La higuera lira es un árbol tropical, originario de África occidental y cultivado en todo el mundo por sus cualidades ornamentales. Pertenece a la familia de las Moraceae y recientemente se ha popularizado su uso en la decoración de interiores, donde muestra un gran efecto.
En su hábitat es común comenzar su vida como una planta epífita, creciendo sobre otros árboles, por lo que con el tiempo las plantas hospederas se asfixian por la falta de luz y la presión de las raíces y pueden morir.
No tiene raíces aéreas, a diferencia de muchas otras especies del mismo género. El tallo suele ramificarse desde la base o poco a poco. La copa es redondeada y bien cerrada, ofreciendo amplia sombra.
Sus hojas son grandes, alternas, coriáceas, brillantes, con nervaduras bien marcadas, bordes ondulados y en forma de lira – el instrumento musical – que le valió el nombre científico de “lyrata”.
Los ejemplares bien adaptados producen pequeños higos verdosos con puntos claros, que difícilmente contendrán semillas fuera de su hábitat, debido a la ausencia de la avispa polinizadora específica de la especie.
Su uso en la forestación urbana es común, aunque los árboles de Ficus no son muy aptos para pasarelas o canteros centrales, debido al tamaño adulto y al crecimiento superficial del sistema radicular, que acaba destruyendo el pavimento.
Sin embargo, es perfecto para parques, plazas y áreas grandes, donde puede desarrollarse libremente y ofrecer sombra fresca a los clientes habituales. La higuera también se considera un árbol excelente para absorber y bloquear la contaminación acústica.
Por ello, es interesante plantarlo en forma de hileras para aislar zonas ruidosas. Sin embargo, la última tendencia es su uso en interiores, siendo muy valorado en los jarrones de cerámica vietnamita, que pueden adornar salones, baños, dormitorios, oficinas, recibidores, balcones, balcones, etc.
En estos lugares, su crecimiento tiende a ser más lento y su follaje más escaso, pero muy decorativo. Para mantener el árbol del tamaño adecuado para estos entornos, puede rematarlo de vez en cuando.
Su cultivo debe ser a pleno sol o media sombra, e incluso en interiores, prefiere lugares bien iluminados, como cerca de ventanas donde brilla el sol.
El suelo de cultivo debe tener buena capacidad de retención de humedad, enriquecido con materia orgánica, ventilado y drenable. Regar regularmente, sin remojar.
Evita dejarlo en ambientes con aire acondicionado constante, ya que el aire seco dejará tus hojas con los bordes quemados. Las plantas en macetas se benefician de las aplicaciones quincenales de fertilizantes foliares.
Suele ser bastante resistente a plagas y enfermedades, pero puede verse afectado por cochinillas. Los árboles plantados directamente en el jardín necesitan riego adicional durante el primer año de implantación y en períodos secos. No soporta heladas ni fríos intensos.
Su multiplicación se realiza cortando y acodando.