Planta eugenia

Origen y características de las plantas de Eugenia

El nombre botánico de esta planta es eugenia myrtifolia y es una especie que proviene de Australia. Como su nombre indica, la eugenia pertenece a la misma familia que el mirto pero, a diferencia de este último, no crece de forma espontánea en nuestro país. Es una planta arbustiva de hoja perenne, de forma redonda y copa muy ramificada y gruesa: si se deja crecer puede alcanzar los cinco metros de altura y dos de ancho. Sus hojas son ovaladas, duras y de un color verde oscuro, que luego en otoño se vuelve de un maravilloso rojo con un efecto muy sugerente. En la parte superior de las ramas en primavera aparecen flores violetas en los pétalos y blancas en los estambres, reunidas en corolas similares a panículas. Después de las flores, la eugenia produce pequeños frutos con un sabor particular, ligeramente ácido,

<h2 title="Usos de la planta Eugenia – Un espécimen de eugenia myrtifolia cargado con frutos rojos»>Usos de la planta Eugenia


eugenia myrtifolia cargado de frutos rojos» width=»745″ height=»559″ longdesc=»/giardino/piante-da-giardino/eugenia-pianta.asp»>Eugenia es una planta que no se encuentra en la naturaleza y ni siquiera es tan fácil encontrarla en el vivero. Hay que buscar mucho para encontrar la especie original, una planta que normalmente no experimenta períodos vegetativos. Sus flores no huelen pero son muy ornamentales, al igual que los frutos e incluso las hojas, que en otoño adquieren tonalidades rojizas. Al ser una planta siempre verde, rústica y resistente, es muy apta para uso ornamental, también porque, precisamente, entre flores, frutos y follaje ofrece un panorama agradable durante todo el año. Puede cultivarse como un solo espécimen para formar un elegante arbusto, o puede usarse para formar setos, aunque en este caso será necesario podarlo con frecuencia. Eugenia soporta muy bien la poda, por lo que también es una de las plantas más utilizadas en el arte topiario.

Cultivo de plantas Eugenia


Al ser una planta rústica, la eugenia tolera las bajas temperaturas, incluso las bajo cero, hasta los cinco grados. Sin embargo, para evitar el peligro de daños durante el invierno, es bueno plantar nuestro ejemplar en un lugar soleado al abrigo de las corrientes heladas. De lo contrario, la eugenia también se puede plantar en una maceta, siempre que sea grande, por lo que en invierno se puede trasladar fácilmente a un lugar protegido. Debe estar en posiciones luminosas pero no debe recibir luz solar directa durante demasiadas horas al día, especialmente en verano. El suelo debe ser orgánico, blando y sobre todo bien drenado; para setos, el sustrato debe estar muy bien preparado. Luego, Eugenia debe ser fertilizada en otoño y luego nuevamente en primavera, con fertilizante orgánico o con un producto de liberación lenta. La humedad es enemiga de esta especie, por eso en invierno lo mejor es suspender el riego; sin embargo, en períodos cálidos, la eugenia debe regarse de manera regular y abundante, pero solo cuando el suelo esté seco.

Eugenia cura la planta


Si cultivamos una planta de eugenia en maceta, entonces debemos prestar más atención a la tierra, evitando siempre el estancamiento del agua, y aun así debemos podarla porque de lo contrario podría desarrollarse demasiado y salirse del contenedor. En primavera hay que tener cuidado con las setas, que podrían desarrollarse tras cambios bruscos de temperatura o lluvias intensas. Es recomendable actuar de forma preventiva con un producto fungicida. En invierno, sin embargo, es bueno proceder con un tratamiento preventivo con insecticidas para evitar el peligro de pulgones e insectos escamosos. Estos productos solo deben usarse cuando no hay flores y frutas, especialmente si queremos usar estas bayas en la cocina. Además de la poda ornamental en el caso de setos o arte topiario, eugenia siempre necesita podas de mantenimiento:

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