Laurel de cochinilla

La cochinilla del laurel

La cochinilla es uno de los principales enemigos del laurel, como uno de los parásitos que más frecuentemente afectan a esta planta. La presencia de ejemplares de cochinilla es fácilmente reconocible por las pequeñas manchas blancas que se extienden sobre las páginas de las hojas: es un parásito peligroso para el laurel no solo porque es capaz de privar a la planta del alimento necesario para su crecimiento y desarrollo. , por la absorción de su savia, pero también porque se caracteriza por una reproducción muy rápida: es importante poder eliminar todos los parásitos presentes en la planta, pero también las nuevas ninfas, es decir, los ejemplares todavía juveniles. etapa, difíciles de ver y que pueden dar lugar a una segunda colonización una vez eliminados los ejemplares adultos.

Prevención


La primera arma contra la propagación de parásitos es la prevención: para plantas como el laurel, sensibles al ataque de plagas específicas, es recomendable recurrir a productos plaguicidas que puedan realizar una acción preventiva, para ser utilizados periódicamente durante los períodos de mayor parasitismo. propagación, como la primavera. Será necesario utilizar un producto pesticida específico que pueda cubrir las necesidades de la planta sin ser demasiado agresivo para ella, pero que al mismo tiempo sea eficaz contra la cochinilla de laurel. Para la prevención también es importante poder confiar en la buena salud de la planta, que por tanto será más resistente: respetar las condiciones ideales de cultivo para el el laurel lo hará menos propenso a la proliferación de cochinillas. El pesticida se puede agregar al agua de riego, para una lenta asimilación por parte de la planta.

Laurel de cochinilla: Lucha


Si nota la presencia de cochinilla en la planta, es importante intervenir de manera oportuna con un tratamiento específico. La cochinilla, de hecho, se reproduce muy rápidamente y por esta razón las infestaciones pueden causar daños considerables a la planta incluso en poco tiempo, provocando su muerte. Los parásitos deben eliminarse por completo para evitar que se vuelva a propagar una nueva infestación: para plantas grandes, como el laurel, es difícil recurrir a remedios caseros como el paso de bolas de algodón por las hojas: es necesario intervenir con productos que son capaces de llegar a todos los parásitos presentes y eliminarlos, incluidas las nuevas generaciones aún presentes en estado larvario.

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