Al final del verano, el césped de un jardín está saturado y debilitado, por lo que es necesario cultivar nuevo césped en otoño para que su césped sea lo suficientemente fuerte para soportar el año siguiente. Aprende a cultivar nueva hierba en otoño y a fortalecer la salud y la apariencia de tu césped.
Qué herramientas y materiales se necesitan
Para poder plantar y cultivar con éxito el nuevo césped en otoño, se deben reunir las siguientes herramientas:
- Aireador de tierra;
- Yeso;
- Esparcidor de semillas de hierba;
- Cinta métrica;
- Latas vacías.
Cómo cultivar un nuevo césped en otoño
Cultivar un nuevo césped en otoño es una tarea que requiere algunos conocimientos teóricos y prácticos y es fundamental que estés con la máxima concentración para hacer todo bien hecho. Hay muchos trabajos que deben hacerse para cultivar la nueva hierba de manera efectiva y para hacerlo correctamente debes completar los siguientes 6 pasos:
1. Airear el césped
La paja que se crea por la acumulación de hierba muerta en la superficie puede impedir que el agua entre en el suelo y llegue así a las raíces de la hierba. Haga que su césped sea lo más sano y atractivo posible utilizando un aireador de suelo para que el agua de su aspersor o sistema de riego penetre en la paja y el suelo de su césped. Si lo desea, puede alquilar un aireador de suelo en una tienda especializada y en menos de una hora su terreno de césped estará debidamente ventilado.
2. Aflojar los suelos arcillosos añadiendo yeso
Cuando se prepara el suelo para un césped, el suelo arcilloso debe ser muy suelto, ya que esto dará la porosidad necesaria para que los nutrientes se absorban y para que se desarrollen nuevas semillas de hierba. Si se detecta que el suelo no es lo suficientemente permeable, es necesario añadir yeso para que sea lo más fértil posible. Esparcir el yeso preparará mejor el césped para sembrarlo y esta es una tarea que debe hacerse en otoño.
3. Abono rico en fósforo para esparcir
Añada un fertilizante rico en fósforo a su césped durante la temporada de otoño, particularmente en octubre o noviembre. Al hacerlo, las raíces de las nuevas semillas de hierba se harán más profundas y absorberán el agua durante un período más largo de tiempo, lo que evita que las raíces se sequen durante el día.
Sin embargo, cabe señalar que antes de poner el fósforo en el suelo de su césped, debe realizar una prueba específica para comprobar los niveles de fósforo allí. Para ello se dispone de un equipo específico que se puede adquirir en una farmacia o tienda de jardinería especializada.
4. Elija el mejor momento del día para volver a sembrar
El mejor momento para poner las nuevas semillas de hierba en la tierra es cuando la temperatura del día no es demasiado caliente. Por lo tanto, si se quiere volver a sembrar las semillas de hierba o si se quiere aplicar cal, fósforo o fertilizante, se debe elegir los momentos de menos calor para que el suelo no se canse demasiado. Mucha gente elige hacer esto al principio del día, porque es cuando el clima es más fresco. Para ayudarte a realizar esta tarea, puedes usar un esparcidor de semillas de tu elección: manual, rotativo o de goteo.
5. Cubrir las semillas de hierba
Después de colocar las semillas de la hierba en el suelo, se debe utilizar una capa de paja para cubrir toda la zona que se ha plantado. Esto hará que las semillas se humedezcan, lo que de alguna manera las animará a crecer rápidamente. Utilice sólo una cubierta de paja ligera para permitir que el agua entre en el suelo y llegue a las nuevas semillas de hierba.
6. Utilice una regadera apropiada
Debe seguir los métodos de riego recomendados para el crecimiento de las nuevas semillas de hierba. Algunos de estos métodos incluyen el riego en los períodos más frescos del día o de la noche y el riego de las nuevas semillas dos veces al día durante las primeras semanas. Hacerlo fomentará el crecimiento de raíces más fuertes y profundas.
Tenga en cuenta que el exceso de agua puede resultar en la putrefacción de nuevas raíces. Por lo tanto, déle a su césped sólo 3 centímetros de agua por día para que no reciba demasiado líquido. Para determinar cuánta agua recibe su césped, puede colocar un cuenco vacío en la zona de riego y, después de regar, comprobar la cantidad de agua que queda dentro de ese cuenco antes de que se evapore. Este es un excelente método para ver si un césped está recibiendo la cantidad de agua necesaria para su crecimiento.
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