Las abejas, siempre muy inteligentes, han encontrado un sistema perfecto para hacer frente a la crisis de la vivienda en una colmena que se ha vuelto demasiado estrecha: el enjambre. Centrémonos en esta migración altamente organizada.
¿Qué es el enjambre?
La formación de enjambres es un fenómeno muy particular que concierne a las abejas. Es el proceso de dividir la población de una colmena en dos. Una parte permanecerá en la colmena, con la nueva cría, un tercio de las obreras y una nueva reina lista para eclosionar, mientras que la otra parte, dirigida por la reina actual, saldrá en busca de un nuevo hábitat. El enjambre se moverá formando una bola muy característica. Por lo general, descansará en una rama de árbol mientras los exploradores buscan refugio para construir una nueva colmena.
La joven reina, que ha permanecido en la vieja colmena, reemplazará a la actual tan pronto como eclosione y la cría, una vez desarrollada, ocupará el lugar dejado vacante por las otras abejas. Más allá de la simple eliminación por falta de espacio y la imposibilidad de coexistencia de dos reinas, el enjambre permitirá una sana mezcla genética.
¿Cuándo se produce el enjambre?
Puede tener lugar desde la primavera hasta mediados del verano, dependiendo de la región, los cultivos que se cultiven en el lugar y las especies de abejas. Las abejas lo preparan durante unos diez días construyendo celdas de reina que pueden contener nuevas reinas potenciales, la reina pondrá sus huevos que serán alimentados por una enorme cantidad de jalea real. Una vez que los huevos son puestos, ella reducirá su dieta para inducir una reducción en sus ovarios para que pueda volar de nuevo.
La enjambrazón tiene lugar justo antes del flujo de miel, cuando la cría está en su punto máximo y la población comienza a acampar en la colmena. La reina, que tiene más de un año, produce menos feromonas que actúan sobre los trabajadores, que entonces sienten que es el momento de reemplazarla y enviar algunos exploradores: ¡ha llegado el momento del enjambre!
¡Un enjambre en mi casa!
Cuando saliste al jardín, un zumbido te llamó la atención. ¡Un enjambre se ha detenido en tu jardín! No hay necesidad de entrar en pánico, las abejas no son agresivas si no se les molesta. A partir de este momento tienes dos soluciones: o bien tienes el alma de un apicultor durmiendo en ti y sólo te queda equiparte y ofrecer alojamiento a los recién llegados, o bien necesitas contactar con un apicultor que se alegrará de deshacerse de ellos.
En el primer caso, coloque un cuerpo de colmena ya en uso y páselo por la llama de la antorcha para reavivar los aromas de propóleo y cera que inevitablemente atraerán a las abejas. Instale dos marcos ya construidos en el cuerpo de la colmena y deje que la naturaleza siga su curso. En el segundo caso, llame a los bomberos o consulte la lista de apicultores de su zona en Internet, pero actúe rápidamente, antes de que se instale la nueva colmena.