La naturaleza posee la asombrosa capacidad de crear constantemente de acuerdo con las limitaciones de su entorno. Las plantas y los animales evolucionan en su ecosistema y producen sustancias ingeniosas de diversas maneras sin contaminar el planeta o utilizar energías efímeras. La biomímesis debería permitir un acercamiento más razonado a nuestra forma de vida, para cambiar mentalidades y hábitos. Veamos en qué consiste…
¿Qué es la biomímesis?
Inspirarse en la naturaleza para hacer productos revolucionarios, ¡esa es una definición de biomímesis! Durante miles de años, el hombre ha observado y transformado los elementos proporcionados por la naturaleza para crear herramientas.
Primero explotando el fuego del rayo, luego poco a poco utilizó las plantas como veneno o remedio; los avances tecnológicos ayudaron, estaba el avión, directamente de la observación del vuelo de los pájaros y muchas otras innovaciones que cambiaron radicalmente nuestra visión del mundo.
Pero la biomímesis no se detiene en la creación de productos útiles pero contaminantes, es eco-responsable. Se trata de mutar nuestro ombligo humano para conocer mejor la naturaleza, recoger mucha información, propagarla y compartirla para cambiar nuestros hábitos alimenticios, nuestra forma de cuidarnos, pero también para suministrarnos energía y por supuesto para producir. Un vasto programa…
Algunas innovaciones inspiradas en la naturaleza
Como mencionamos, el avión es una de las revoluciones planetarias directamente inspiradas por las aves: movimiento de las alas, aerodinámica, todo lo que ya existía en la naturaleza. Todavía en el campo del transporte, el ejemplo del TGV japonés, que antes de ser rediseñado por un ingeniero ferroviario entusiasta de la biología, generaba una ruidosa explosión antes de cada entrada en un túnel. Inspirado por la fluidez de la entrada del martín pescador Eiji Nakatsu en el agua, resolvió el problema modelando un largo pico en su tren. El resultado: una marcha más rápida pero mucho más silenciosa.
Los nadadores profesionales están familiarizados con el traje de neopreno especial diseñado para que se deslicen más rápido por el agua, que fue desarrollado en base a las propiedades de la piel de los tiburones. Otros animales están en el origen de inventos asombrosos: la salamanquesa, cuya capacidad de fijarse al techo permitió crear un sistema de fijación revolucionario, la termita, un gran arquitecto, que indirectamente sugirió la creación de un centro comercial equipado con aire acondicionado pasivo, o el mosquito cuyo tronco sirvió de modelo para una nueva generación de jeringas hipodérmicas.
Las plantas no son para ser superadas, el fruto de la bardana cubierta con pequeños ganchos le dio a su ingenioso inventor la idea de «rascar».
La biomímesis y sus futuras aplicaciones
Como hemos visto anteriormente, el objetivo de la biomímesis sería una forma de volver más radicalmente a la naturaleza para producir de forma diferente y cambiar nuestros hábitos para contaminar menos. Actualmente se están realizando estudios en el ámbito de la agricultura para inspirarse en los pastizales naturales que se autofecundan y son resistentes a las plagas para crear una nueva forma de producción libre de plaguicidas y OGM.
Igualmente, para la industria textil, muy interesada en la seda utilizada en el tejido de telas de araña, que es a la vez muy resistente y absolutamente biodegradable.
Estos dos ejemplos son sólo una pequeña parte de las posibilidades que la naturaleza nos enseña, y debemos aplicarlos, para asegurarnos de que nuestro medio ambiente ya no sea visto como una fuente de materias primas inagotables, sino como una fuente de ideas inspiradoras para un mundo mejor.
