En el jardín, el riesgo de encuentros con un animal venenoso es muy real para las mascotas. Las mascotas curiosas y juguetonas a veces corren un serio riesgo, así que ten cuidado!
Himenópteros
Algunos insectos de la familia de los himenópteros, como las abejas y las avispas, tienen un aguijón que puede causar picaduras de diversos grados de severidad a nuestras mascotas. Los gatos, especialmente cuando son jóvenes e inexpertos, están tentados de atrapar uno de estos insectos voladores para jugar. Normalmente son más inteligentes que los perros, sólo les muerden las extremidades pero no se las tragan. Los perros, por otro lado, a veces muerden estos pequeños bichos, que luego los muerden en la boca o peor aún en la garganta. El riesgo de asfixia es entonces muy real y una consulta de emergencia será absolutamente necesaria para salvar a su mascota.
Las orugas procesionarias
Especialmente presentes en el sur de Francia, las orugas procesionarias parecen bastante pacíficas cuando avanzan con su cola, pero bajo su aire despreocupado, esconden un peligro muy real para nuestros animales. Sus pelos muy urticantes pueden causar graves problemas respiratorios y daños en los ojos. Los perros son una vez más los más afectados porque a veces los absorben. El primer síntoma es una fuerte salivación, una lengua hinchada que cambia de color hasta alcanzar un tono púrpura antes de la necrosis. Tan pronto como aparezcan los primeros síntomas, o incluso en caso de sospecha por la presencia de orugas, es muy importante intervenir rápidamente y consultar a un veterinario.
Sapos
Nada parece más inofensivo que este anfibio despreocupado, sin embargo la piel del sapo está cubierta de toxinas que pueden causar una grave intoxicación. Los perros y gatos son a menudo víctimas porque son curiosos y quieren jugar, olfatear y a veces lamer esta criatura que salta con fuerza. El resultado: pupilas dilatadas, hipersalivación, vómitos, temblores, convulsiones y problemas cardíacos. El pronóstico de vida sigue comprometido y se requiere una visita al veterinario lo antes posible.
Serpientes
En Francia, sólo la víbora tiene un veneno muy tóxico. Sólo está presente en ciertas regiones y sólo es muy activa entre la primavera y el comienzo del otoño. Las víctimas más frecuentes son los perros, cachorros y gatos en disminución, que se alimentan de reptiles por instinto de depredación o por juego. Las víboras no son agresivas por naturaleza, pero se defenderán si se sienten atacadas, causando una mordedura tan dolorosa como peligrosa. La cara y los miembros superiores son los más afectados. El rastro de los dos ganchos es entonces muy visible, se forma un edema, seguido a menudo de una depresión general, hiperventilación y problemas cardíacos. El veterinario podrá inculcar un suero anti-veneno que salvará al animal si fue traído lo suficientemente pronto después de la mordedura.
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