Un pájaro muy común, la urraca parlanchina es fácilmente reconocible por su característico traje blanco y negro. Muy ruidoso, su típico llanto es otro signo distintivo de este corvidio.
Un traje todo en contraste
La urraca parlanchina ( Pica pica ) es un gran pájaro que pertenece a la familia de los córvidos, como el cuervo o la corneja. Más pequeño que estas dos especies, mide hasta 50 cm de longitud y pesa entre 150 y 250 g según la especie.
El cuerpo bien proporcionado se extiende por una larga cola negra con reflejos púrpura cerca de la punta.
La cabeza, la espalda, la pechera y la parte inferior del vientre son negras, todas las demás partes son blancas lo que asegura un contraste muy hermoso. Los ojos son marrón oscuro casi negros, al igual que el poderoso pico y las piernas.
No hay un dimorfismo sexual evidente entre la hembra y el macho, excepto que este último es un poco más grande.
Cuando está en un grupo, la urraca es habladora, muy ruidosa y hace gritos que pueden llegar a ser molestos. Es gregario sólo fuera de la temporada de cría.
La urraca parlanchina puede vivir unos 15 años en buenas condiciones.
Un hábitat diverso
La urraca parlanchina se encuentra en todo tipo de hábitats. Se sienten igual de cómodos en grandes praderas abiertas, zonas boscosas y parques.
Hace incursiones en la ciudad pero también frecuenta zonas agrícolas o arboledas, especialmente durante el período de nidificación. Luego encuentra allí la vivienda y la cubierta.
Reproducción
La pareja, una vez formada, permanece junta y trabaja en la construcción del nido, protegiendo y alimentando a las crías. El nido, hecho de ramas de madera y revestido de barro y hierba, se instala a unos metros del suelo en un árbol o arbusto grande.
La hembra pone de 4 a 9 huevos que son incubados durante 15 a 21 días. Los polluelos serán alimentados por ambos padres y no dejarán el nido hasta un mes después, pero permanecerán cerca de sus padres al menos hasta el otoño.
Fuente de alimentación
Todos tenemos la imagen de las urracas sentadas firmemente sobre las espaldas del ganado en los campos. En realidad se alimentan de los diversos parásitos (pulgas, garrapatas…) presentes en estos animales.
La dieta de la urraca es omnívora con una marcada preferencia por los insectos, pero también pone bayas y semillas en su menú y no desprecia a unos pocos roedores pequeños o incluso huevos de postre.
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