Generalidad
flores de acacia de constantinopla » width=»745″ height=»559″ longdesc=»/alberi/alberi-latifolie/acacia-di-costantinopoli.asp»>Las flores son hermafroditas y agregadas en capullos redondeados blanquecinos que a su vez se juntan en inflorescencias corimbrales ubicadas en la parte superior de las ramas. De cada corimbo se ramifican numerosos estambres de 2-3 cm de largo, de color blanco rosado en la base y rojo en el ápice, que se asemejan a finos hilos de seda. La floración continúa durante el verano a partir de junio, la polinización es principalmente entomófila operada por abejas y mariposas, pero las flores también pueden atraer aves como los colibríes. Los frutos son legumbres marrones de hasta 20 cm de largo y 2 cm de ancho, en invierno permanecen adheridas a las ramas; las semillas están contenidas dentro de las legumbres.
Clima y terreno
La Acacia de Constantinopla prefiere los climas templados cálidos, pero también es capaz de adaptarse a los climas templados ya que tolera temperaturas de unos pocos grados bajo cero, hay que tener en cuenta que los periodos fríos prolongados pueden llevar a la planta a la muerte. Las mejores exposiciones son ambientes completamente soleados, mejor si están protegidos de los vientos fríos; tolera los vientos salinos. En cuanto al suelo, el iris arbóreo es bastante adaptable, sin embargo prefiere suelos sueltos, frescos, fértiles, bien drenados y con un buen contenido de materia orgánica, prospera bien en suelos secos y calcáreos mientras que evita los compactos ya que están sujetos al estancamiento del agua. Esta especie es originaria de Asia, fue introducida en Europa, especialmente en la cuenca mediterránea, en 1700,