Aceite de jojoba
Características
El aceite de jojoba es en realidad una cera aceitosa extraída de las semillas de Simmondsia chinensis, un arbusto nativo de las áreas desérticas de México y Estados Unidos. La cera aceitosa se obtiene precisamente exprimiendo las semillas, presentándose en su estado natural como un líquido denso, de olor aceitoso y de color amarillo pajizo. Una vez refinado, el aceite de joboba es incoloro, inodoro y apto para los usos cosméticos que hemos indicado en el párrafo anterior. Esta sustancia es muy estable, solidifica a menos diez grados centígrados, no es muy susceptible al enranciamiento y contiene una abundante cantidad de grasas insaturadas de las que derivan la mayoría de sus propiedades emolientes. Conocido desde la antigüedad, La cera aceitosa de las semillas de Simmondsia chinensis fue utilizada por las poblaciones indígenas estadounidenses para tratar la inflamación de la piel, los ojos y la garganta. No tóxico en términos alimentarios, el aceite de joboba no es comestible en absoluto, porque el intestino humano no puede digerirlo. De hecho, la ingestión del aceite provoca la formación de una masa intestinal insoluble que también puede provocar efectos laxantes.
Propiedad
El aceite de jojoba, como se mencionó en algunas líneas arriba, contiene una gran cantidad de grasas insaturadas ligadas a moléculas de lípidos que dan vida a mezclas cerosas llamadas ésteres. Por su particular composición, el aceite de jojoba también está libre de triglicéridos y por tanto de glicerina, ausencia que hace que su molécula sea lineal, no ramificada y de fácil absorción por la piel. La composición del aceite de joboba es similar al sebo humano, es decir, la capa lipídica secretada por los tejidos humanos con el fin de protegerlo de agentes externos. El aceite también contiene antioxidantes, como las vitaminas del grupo E y B, sales minerales, como el cobre, zinc y yodo y tocoferoles, poderosos antioxidantes naturales. Las sustancias presentes en las moléculas cerosas del aceite de jojoba también tienen propiedades antisépticas y antifúngicas.