La farmacia-naturaleza
Aceites esenciales
Continuando con el discurso del primer párrafo, lo más bonito e interesante es que los primeros hombres realmente nos habían visto bien: las plantas han sido y siguen siendo la primera fuente de sustancias nutritivas, depurativas y de muchos principios activos muy útiles para nuestra salud y contenidos. en una gran cantidad de medicamentos. Entre las muchas formas de obtener efectos positivos de las plantas hay una particularmente común: el aceite esencial. Para bien o para mal, cada planta puede ser, con determinados procesos, sometida a la extracción de sus aceites esenciales, es decir, un concentrado obtenido sobre todo de flores y hojas que muestra tener una altísima densidad de elementos nutricionales. Esto sucede porque cuando tomas aceites esenciales de plantas, actúa sobre todo sobre su parte linfática y sobre la parte “aceitosa” típica del interior de las hojas; Ambos lugares son utilizados por la planta para almacenar esos elementos nutricionales (que queremos) para su supervivencia. Con los aceites esenciales de muchas plantas se puede actuar tanto en la parte externa del cuerpo (hidratación de la piel, curación rápida de heridas y quemaduras y muchos otros efectos) como en la parte interna, ya que al hacer estos aceites bebibles y agradables al paladar, le aporta al organismo un concentrado muy positivo, una especie de multivitamínico que no podría ser más natural.
Aceite de lavanda
La lavanda es una planta de floración arbustiva que crece de forma espontánea en muchas zonas del planeta, pero es sobre todo famosa por el violeta-lila de sus flores y por el aroma intenso y fresco de las propias flores, capaz de perfumar cualquier ambiente haciéndolo agradable vivir en. En este artículo, sin embargo, queremos centrarnos en el aceite esencial de lavanda, que muchas personas siempre tienen en casa para usarlo en las más diversas ocasiones; de hecho este extracto de la planta de lavanda (de la información que hemos recopilado parece que se obtiene tanto de las hojas como de las flores) ha demostrado tener más de una aplicación interesante, tanto para el cuidado personal como para el hogar. . Ante todo reiteramos que es una excelente fragancia para ambientes, y el consejo es colocar una gota en los recipientes de agua de los radiadores (incluso cuando no estén encendidos) para que se esparza lenta y uniformemente con la evaporación natural del agua. Asimismo, su poder olfativo se puede aprovechar en armarios y cajones colocando una bola de algodón empapada en unas gotas de aceite de lavanda en un rincón.