Aceites esenciales, aprende a usarlos
Cómo reconocer los aceites naturales de los sintéticos
Saber reconocer los aceites naturales es fundamental, sobre todo porque la ley no obliga a indicar si un aceite es un producto sintético. La prueba a realizar es muy sencilla: basta con verter una gota de aceite esencial puro en una hoja de papel; la sustancia debe evaporarse rápidamente, dejando nada más que un ligero halo. Si, por el contrario, la hoja se vuelve transparente, significa que se ha engrasado y, por tanto, que lo que has vertido en ella no es un aceite esencial puro. Además, tenga cuidado con aquellos que comercializan varios aceites al mismo precio. De hecho, la cantidad de vegetal necesaria para obtener un aceite varía según la planta y la parte que se va a utilizar. Este aspecto, a menudo no considerado, hace que los diferentes costos de producción varíen considerablemente y, en consecuencia, conduce a diferentes precios de venta. Finalmente, el El uso de productos naturales debe realizarse teniendo en cuenta las propiedades de lo que está utilizando. Recurrir a personas con contrastada experiencia y profesionalidad, como un herbolario, es fundamental si quieres estar seguro de que lo que vas a comprar es realmente para nosotros.
Aceites esenciales, como elegirlos y cuales usar
¿Cuál es la mejor manera de aprovechar al máximo los beneficios de un aceite esencial? Todo depende del tipo de aceite y del efecto que quieras conseguir. Con fines curativos, por ejemplo, masajear un aceite sobre la piel es, en general, una buena forma de aprovechar sus propiedades. Sin embargo, si utiliza extractos descongestionantes o extractos que actúan contra los trastornos respiratorios, como el aceite esencial de eucalipto, verter unas gotas en un ambientador puede ser la mejor opción. De hecho, a través de la inhalación, el ingrediente activo llegará directamente a los interesados. Difícilmente se piensa que los aceites esenciales puedan tener varios usos, además de los curativos; en realidad, son una alternativa a muchos productos químicos cotidianos para las necesidades del hogar. Por ejemplo,