Cuando regar
Las técnicas de cultivo
La Algarroba tiene un sistema radicular robusto que la ancla en cualquier tipo de suelo. Las hojas, coriáceas y compuestas, se disponen alternativamente. Las hojas individuales son redondeadas, brillantes y de un hermoso color verde oscuro. Las pequeñas flores se agrupan en inflorescencias racémicas. Los frutos son legumbres, las llamadas algarrobas, de 10 a 25 cm de largo: contienen semillas ovaladas de color marrón rojizo, llamadas quilates, que en la antigüedad se utilizaban para pesar oro y piedras preciosas. El algarrobo es un objeto de cultivo especializado (algarrobo) en todos los países del cinturón mediterráneo, incluida Italia. Esta planta crece bien incluso en lugares muy áridos y rocosos, no solo en la llanura sino también en colinas de hasta 600 metros; los climas siempre deben ser muy cálidos y secos. Es una planta muy rústica, que requiere pocos cuidados;
Técnicas de fertilización
En las zonas cercanas a la costa, el algarrobo se cultiva como planta ornamental: de hecho, los ejemplares se distinguen por la hermosa forma del árbol, por el follaje denso y brillante, que proyecta una sombra muy grande, y por el decorativo lomenti tanto en estado verde como cuando han alcanzado la madurez. En cuanto a la fertilización, esta especie requiere una administración igual a 300-400 kilos de materia orgánica madura por cada 1000 metros cuadrados de algarrobo al momento de plantar los ejemplares. En la mayoría de los casos se utiliza estiércol porque es un producto muy equilibrado y completo. Posteriormente, el Algarrobo recibe 40-50 kilos de estiércol por ejemplar cada 2-3 años: es necesario romper ligeramente la superficie del suelo y esparcir el fertilizante cerca de las raíces. Como alternativa, en otoño,
Algarrobo: posibles enfermedades y parásitos
El algarrobo necesita exponerse a pleno sol para poder desarrollarse de la mejor manera. Desde el punto de vista de la temperatura, esta planta debe vivir en climas cálidos, ya que no se ve afectada por las altas temperaturas externas. Por el contrario, la especie puede sufrir daños si durante la temporada de invierno la temperatura es inferior a 5 ° C: en este caso es necesario desarrollar algunas precauciones, por ejemplo proteger los ejemplares con láminas de plástico. Aunque es un árbol robusto, el algarrobo es sensible a la acción de enfermedades fúngicas y parásitos. En el primer caso, es necesario prestar mucha atención al drenaje del suelo, para evitar un estancamiento peligroso del agua. En cuanto a los problemas relacionados con las infestaciones de insectos, se deben utilizar productos específicos para erradicarlos.
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