Aloe arborescens
Características
El aloe arborescens es una de esas 250 especies de aloe que son de particular interés a base de hierbas más que ornamentales. Sin embargo, la planta también se cultiva con fines ornamentales y también se puede cultivar en macetas con todas las precauciones necesarias para su correcto y sano desarrollo. Originario de África y de las zonas áridas y desérticas, el aloe arborescens ha sido importado de todo el mundo por navegantes y viajeros famosos, incluido Cristóbal Colón, que detuvo el aloe al regresar de sus travesías. La planta, perteneciente a la especie perenne, mide cuatro metros de altura y tiene hojas moteadas, de 50 centímetros de largo y muy espinosas en los bordes. La característica del aloe arborescens es aparecer como un arbusto muy ramificado. Estas ramificaciones se originan en las hojas que suelen tener una forma alargada y muy retorcida. Debido a su apariencia, el aloe arborescens también se prefiere como planta de maceta ornamental. Las flores de aloe arborescens están agrupadas y son de color rojo. Autoestériles, es decir, incapaces de fecundar por sí mismas, las flores de la planta se reproducen por polinización cruzada, es decir, transportando el polen de otra planta de la misma especie. Esta característica favorece la mezcla genética de la planta y una mejor calidad de las que se desarrollarán a partir de este mecanismo. De hecho, el aloe arborescens emite grandes inflorescencias de color rojo, que son capaces de enriquecer la representación estética de cualquier espacio exterior.
Floración
Ya hemos mencionado las flores de aloe arborescens, una planta con evidentes propiedades ornamentales y reconocidos efectos curativos (pero no cancerígenos). Esta especie florece entre diciembre y febrero. La floración depende de la variedad. La variedad natalensis florece a mediados de diciembre dando flores de color rojo oscuro que están en perfecta armonía con el ambiente navideño, mientras que la variedad ucriae florece entre enero y febrero produciendo flores de color rojo vivo.
Cultivo
El aloe arborescens, como otras especies de aloe, necesita climas suaves y bastante agradables para sobrevivir. Es una planta suculenta capaz de vivir en zonas cálidas y áridas y, por tanto, zonas demasiado frías o frescas no son aptas para el sano desarrollo de esta especie. Si se debe cultivar en áreas frías, la planta debe colocarse en un lugar resguardado y en lugares templados y no húmedos. En verano muy bien se puede reubicar al aire libre. La temperatura ideal para cultivar aloe arborescens es entre veinte y veinticuatro grados. Evite temperaturas entre cinco y ocho grados y ambientes demasiado húmedos que pueden hacer que la planta se pudra. Esta especie de aloe está muy extendida en las zonas del sur y, a menudo, cerca del mar.
Tabla de contenidos