El método de acodo es uno de los métodos más antiguos utilizados para el fitomejoramiento. Se recomienda para la multiplicación de especies que producen tallos y ramas duros y leñosos o que son difíciles de enraizar con esquejes en rama.
Entre los métodos de reproducción vegetativa, el acodo aéreo es especialmente adecuado para plantas que han perdido sus hojas inferiores y tienen su apariencia comprometida.
El proceso consiste principalmente en estimular una región cerca del final de un tallo principal o una rama lateral para producir raíces. Así, con la separación del extremo enraizado, es posible obtener un nuevo ejemplar de la planta.
Una de las grandes ventajas de este método es que no se perjudica el funcionamiento vegetativo de la planta, con el fin de preservar e incluso favorecer a la planta madre. Otra ventaja del acodo aéreo es que permite el control del crecimiento de plantas que crecen en albaricoque para cultivo interior, como la costilla de Adán, yo-nadie-puede y otras.
Cuando tenga la intención de utilizar el método para obtener nuevas muestras, se recomienda seleccionar ramas laterales para la operación. Por otro lado, cuando la intención es controlar la altura, la capa de aire debe hacerse en el extremo del tallo principal.
Este método consiste básicamente en interrumpir el flujo de savia en un punto determinado de la planta, inmediatamente debajo del punto donde queremos dividir, forzando la aparición de nuevas raíces. El momento ideal para las capas es a principios de la primavera o finales del verano.
Cuando tenga la intención de utilizar el método para obtener nuevas muestras, se recomienda seleccionar ramas laterales para la operación. Por otro lado, cuando la intención es controlar la altura, la capa de aire debe hacerse en el extremo del tallo principal.
1 – Con un cuchillo o un cuchillo afilado, haz dos cortes justo debajo de la última hoja del tronco o rama elegida. Retire la corteza entre los cortes, teniendo cuidado de no dañar el interior del tallo.
2 – Inmediatamente después, cepille la parte pelada con un poco de polvo de hormona de enraizamiento (que se encuentra en tiendas especializadas).
3 – Preparar un poco de sphagnum colocándolo en agua y luego exprimiéndolo bien para eliminar el exceso de agua.
4 – Ate un plástico alrededor del tallo, justo debajo del corte, formando una especie de bolsa.
5 – Llena la bolsa de plástico con el sphagnum humedecido, apretándolo bien alrededor del corte, para que quede completamente cubierto.
6 – Cierra la bolsa, atándola con una cuerda alrededor del tallo. Para asegurar la humedad interna, selle los extremos atados con cinta aislante impermeable.
7 – Coloque el jarrón en un plato con piedras y agua, manteniéndolo en un ambiente cálido y húmedo. Después de unas semanas, las raíces comenzarán a emerger a través del sphagnum. Retire el plástico y corte el tallo justo debajo de la bola de sphagnum, usando tijeras de podar y haciendo un corte horizontal.
8 – Prepare una nueva maceta con una mezcla de tierra fertilizada y plante la nueva plántula inmediatamente. Mantenga el sphagnum en su lugar para no dañar las nuevas raíces. Agua entonces.
Plantas aptas para la reproducción por acodo:
* Dracena rayada (Dracaena deremensis)
* Con mí-nadie-puede (Dieffenbachia)
* Ficus (Ficus pandurata, Ficus elastica y Ficus benjamina)
* Philodendron (Philodendron)
* Monstera (Monstera)
* Dracena (Cordyline terminalis)
* Croton (Codiaeum variegatum).
Después de eso, cubra todo con un plástico que puede ser de color negro para evitar la entrada de luz solar (las raíces son fotosensibles), asegurándolo tanto en la parte inferior como en la superior, cuidando de dejar una pequeña abertura por donde el agua entrara,
En lugar de este plástico, también puede utilizar un pequeño jarrón o vaso desechable, que se corta por la mitad, se coloca alrededor de la “bola de sphagnum” y el resto del recipiente se completa con tierra.
Transcurrido un tiempo, inspeccionamos las raíces y actuamos, cuidando de no romper la bola de sphagnum, a riesgo de dañar las raíces muy delicadas.