No hay forma de comenzar un huerto sin comenzar con el paso principal: la preparación de las plántulas. Las plántulas sanas y vistosas son la clave para un futuro jardín agradable y duradero.
Actualmente, existen semillas de alta productividad en el mercado, con mejoras genéticas y que necesitan un buen sustrato para un óptimo crecimiento.
También tenemos nuestras propias semillas, que son las que cosechamos o extraemos directamente de los frutos que consumimos. Y eso no es todo. También hay bombillas, estacas, etc.
Para que todo esto germine bien, es necesario prestar atención primero al sustrato. Cuando hablamos de hacer un huerto, es común que pensemos en fertilizantes, semillas, fertilizantes, parterres, macetas y riego. Pero casi nunca prestamos atención al sustrato que se utilizará para esta tarea.
Es en él donde se iniciarán nuevas vidas, y por eso debemos tener mucho cuidado para que las semillas puedan desarrollarse en su máximo potencial.
Algunas características importantes y principales para un buen sustrato son:
* Buena aireación;
* Baja densidad (ligereza);
* Buen drenaje;
* Alta capacidad de retención de agua;
* pH neutro (ni alcalino ni ácido);
*Uniformidad;
* Almacenable;
* Exención de fitopatógenos;
* Bajo costo.
Sin embargo, lograr esto todo en un solo material es prácticamente imposible. Un buen paliativo, entonces, es apostar por una receta sencilla pero eficaz.
Preparación del sustrato
Tamizar, con un tamiz grueso, un compost elaborado sin el uso de estiércol, con materiales secos y gruesos como hojas secas y ramitas. Este tipo de compost es pobre en nutrientes, con una relación final de carbono / nitrógeno cercana a 12/1.
A este compost ya tamizado, agregue un 40% de humus de lombriz. Por cada 20 litros de mezcla, agregue 150 gramos de harina de huesos.
Si desea realizar algún cambio, puede utilizar estiércol curtido, que no supere el 50%, o el 30% de lecho de pajarera y el 15% de pavo. También puede agregar cáscaras de arroz carbonizadas (50% del total) a la mezcla.
No se recomienda el uso de arena o tierra, ya que puede alterar las cualidades físicas, químicas y biológicas del sustrato.
Además de aumentar de peso, corre el riesgo de agregar semillas invasoras y patógenos que vienen con el suelo.
Este sustrato listo se puede utilizar en bandejas, semilleros, tazas, jarrones o donde sea que vayas a sembrar. Es un sustrato ideal para el enraizamiento inicial y la formación de plántulas, ya sea por semillas, división de matas o esquejes.
Si desea almacenar el producto, puede hacerlo sin problema. Suministrado en un lugar fresco y seco alejado de la luz solar.