Cuando se trata de suculentas, solemos pensar en plantas del desierto, que requieren calor y sol intenso. Sin embargo, contrariamente a esta creencia, la mayoría de las suculentas no se desarrollan muy bien cuando se exponen a temperaturas extremadamente altas.
Esto se debe a que, de hecho, la mayoría de las suculentas provienen de ambientes semidesérticos, es decir, lugares con características muy similares a las del desierto, pero que reciben un mayor volumen de agua.
Además, la mayoría de las suculentas, en sus hábitats nativos, crecen en áreas de tierras bajas, protegidas por la sombra de plantas altas. También es común encontrarlos en grietas o en lo alto de colinas, protegidos de la acción directa del sol.
Pero, ¿significa esto que las suculentas no deben exponerse al calor ni a la luz natural en absoluto? ¡Por lo contrario!
Es posible que ya hayas notado que las suculentas que crecen al aire libre generalmente se ven más saludables y hermosas, ¿verdad? Esto se debe a dos factores: la luz solar y un gran flujo de aire.
¡Pero estad atentos! Antes de sacar todas tus suculentas de casa, para que sea más vistosa, es necesario adaptarlas. ¿Cómo haces eso? Vea la explicación a continuación.
Pero, ¿por qué las suculentas necesitan tanto la luz del sol?
¿Conoces esa sensación de bienestar que nos da un ligero paseo bajo el sol? Las suculentas sienten el mismo bienestar cuando se exponen a la luz solar. Incluso podemos decir que esta exposición los mantiene felices y llenos.
En general, las suculentas necesitan al menos 4 horas de luz solar al día. Les encantan los lugares luminosos y soleados.
Es por eso que las suculentas que no reciben suficiente luz solar muestran problemas como secarse, que es cuando la planta se estira para buscar luz por sí misma. Este proceso, por cierto, es terrible para ellos, ya que genera tallos y un crecimiento débil.
Con la falta de sol, también pierden pigmentación, volviéndose pálidos y opacos.
Adáptese gradualmente
Incluso si mantiene sus suculentas cerca de las ventanas, donde reciben una buena cantidad de luz, la luz solar directa y el calor excesivo del ambiente exterior pueden quemar sus plántulas.
Para que esto no suceda, lo ideal es adaptarlos por etapas: si están completamente a la sombra, colócalos cerca de una ventana durante unos días. Luego lleve las suculentas a un balcón o balcón, donde puedan entrar en contacto levemente con el clima exterior.
Intenta exponerlos al sol al menos 2 horas a la semana durante este período de transición, siempre por la mañana, cuando el calor es menos intenso.
Si tus suculentas son más grandes, encontrarás que se adaptarán más rápidamente al nuevo entorno, sin embargo, si tienes plantas más pequeñas o plantas que siempre han estado a la sombra, tómatelo con calma y sigue el proceso de adaptación más lentamente.
Cuando tus suculentas se acostumbren a la temperatura y a los rayos más claros, es el momento ideal para apagarlas, pero aún a la sombra. Recuerde que no importa cuánto estén cubiertos, el sol pleno, alrededor del mediodía, todavía puede causar quemaduras.
Una vez que se hayan adaptado, finalmente es hora de dejar que sus suculentas brillen al sol.
¡Esté atento!
¿Todo salió bien con la adaptación? Pero vale la pena recordar algunos consejos:
* Si nota algún signo de quemadura solar, como decoloración, lleve su suculenta inmediatamente a la sombra. No se arriesgue a perder su plantita, ¿de acuerdo?
* No confunda el sol con la luz. Son dos cosas diferentes. Si comprende la diferencia entre los dos, no correrá riesgos durante el proceso de adaptación;
* Investiga las especies de suculentas que tienes. Algunos de ellos necesitan ajustes puntuales un poco diferentes a los demás. Conocer sus plantas es muy importante para garantizar su seguridad;
* Si durante el invierno han crecido tus suculentas o han muerto plantas que ocupaban la misma maceta, puede ser una buena idea darles un nuevo rincón, con tierra fresca, antes de proceder con el proceso de adaptación.
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