Atarlos es una gran opción para aquellos que tienen árboles en el jardín y quieren dejar el ambiente aún más florido.
Para quienes tienen un jardín con árboles en casa, un buen consejo es sacar las orquídeas de los jarrones y atarlas a los troncos.
Pero preste atención, no todas las flores de la especie se pueden instalar de esta manera. Están los llamados terrestres, cuyas raíces no consiguen adherirse a los troncos. Solo las orquídeas epífitas se pueden cultivar así.
Y hay más: no todos los árboles son aptos para recibirlos. Aquellos que tienden a perder las capas más externas del tronco, pelando, no son apropiados, ya que interferirán con la fijación de las raíces de las orquídeas.
En general, no hay muchas reglas, pero es importante utilizar materiales que no asfixien las raíces, como el plástico o el metal. Las fibras naturales, tejidos como pantimedias y cordones, siempre con un poco de musgo, ayudan a fijar las plantas y a mantener la humedad.
El secreto es colocar la raíz de cara al tronco, de esta forma se fijará más fácilmente. Intente colocar la planta para que el agua no se acumule en el centro de las hojas.
En este caso, con orquídeas instaladas en árboles, no hay necesidad de mantenimiento. La naturaleza se encarga de todo. No es necesario regar ni fertilizar, todo lo proporciona el medio ambiente.