Aprende sobre el arte floral japonés
Materiales de Ikebana
En el arte floral japonés se utilizan flores, hierba y ramas de árboles, pero también pequeñas piedras, frutas y otros materiales naturales, de acuerdo con la temporada. El material utilizado muestra la fugacidad de las cosas, se convierte en un símbolo del hecho de que nada es eterno. El mensaje no pretende ser negativo, sino que nos anima a disfrutar de la belleza de la naturaleza que es transitoria, a captar el encanto del paso del tiempo. La elección del recipiente para la composición también es importante. Soportes, recipientes de diferentes materiales, jarrones de vidrio que reflejan la luz o de sobria cerámica contribuyen a la armonía general. El agua en el recipiente se dosifica para que la composición cobre vida sin arruinar su apariencia. Las ramas y las flores están dispuestas según un sistema ternario que recuerda el cielo, la tierra y el hombre. Los elementos casi siempre están dispuestos para formar un triángulo. La rama más larga se acerca al cielo, la rama más corta representa la tierra y la rama intermedia al hombre. Como estas tres fuerzas deben armonizarse para formar el universo, las flores y las ramas también deben equilibrarse en el espacio del arreglo floral sin ningún esfuerzo aparente.
Estilos de arte floral japonés
El estilo más antiguo, el Rikka, es bastante elaborado, ya que implica una gran composición y la presencia de siete elementos: tres ramas principales y cuatro secundarias. Más tarde se desarrolló un estilo más simple, el Nageire (o Heika). Crea composiciones austeras en jarrones altos y aparece marcado por la espontaneidad. Es un estilo muy popular, incluso si se ha alejado de las características originales del ikebana. El Seika (o Shoka) es un estilo simplificado del Rikka. Menos austero que el Nageire, está fuertemente influenciado por el Zen. Es un estilo que se difundió en el siglo XVII, período en el que las mujeres también comenzaron a practicar el arte del ikebana, hasta entonces prerrogativa de los hombres. Un nuevo estilo, el Moribana nació a finales del siglo XIX, cuando Japón abrió sus fronteras al resto del mundo. El ikebana estilo Moribana está influenciado por influencias occidentales y se caracteriza por la presencia de las nuevas flores importadas y vistosas dispuestas en jarrones bajos. Un estilo separado lo componen las composiciones preparadas para la ceremonia del té, que son de tamaño muy reducido y se denominan «chabana».