Riego del azerole
Cultivo del azerole
El azerole se planta hacia finales de julio, preferentemente con las variedades de vivero, aunque es posible seguir enterrando hasta noviembre. De hecho, solo es necesario evitar el período más frío con heladas repentinas para realizar el trasplante. Por lo general, el azerole durante su ciclo vegetativo soporta temperaturas incluso por debajo de cero y prefiere un suelo fértil sin estancamiento de agua. Para reproducir esta planta se puede hacer el injerto, por ejemplo, en un triángulo para heredar las cualidades de la planta original. Esta técnica debe realizarse en marzo, mientras que la reproducción con semilla es una forma poco frecuente ya que el inicio de la producción también requiere 15 años de espera. Sin embargo, es bueno trabajar la tierra inmediatamente y cortar el césped si existe.
Fertilización del azerole
La fertilización del azerole también en este caso se asemeja a la fertilización del manzano. Por lo tanto, será suficiente cavar agujeros y enterrar los lados del abono orgánico. Sin embargo, es bueno intervenir con un aporte de potasio y fósforo además de realizar algunas podas en relación a la forma y tipo de planta. De hecho, se recomienda acortar las ramas viejas. El azarol tiene pequeñas hojas verdes, mientras que las flores son hermafroditas, es decir, en la misma planta hay flores masculinas y femeninas que florecen en primavera. Los frutos no son más que pequeñas manzanas que pueden adquirir diferentes colores, del amarillo al rojo; dentro hay algunas semillas. El sabor de estas manzanas es decididamente amargo, pero sigue siendo muy agradable.
Azzeruolo: exposición, enfermedades, parásitos
El azerole teme una enfermedad bacteriana que afecte a sus frutos y, por lo tanto, debe tratarse adecuadamente. En cuanto a los parásitos, la planta sufre el ataque de pulgones que se disponen sobre las flores y los brotes. También existen otros insectos peligrosos para la planta como la manzana Sesia o algún que otro Bombyx. Mientras que entre las enfermedades más frecuentes podemos enumerar la roya, el mildiú polvoriento y la sarna. A pesar de todas estas adversidades, la planta es muy resistente y se puede cultivar incluso sin el uso de pesticidas. El azaruolo, sin embargo, puede pasar a formar parte del huerto de la casa por diversos motivos, ya que se aprecia no solo como árbol frutal, sino también como elemento ornamental. De hecho es tupido y alcanza los 8 metros de altura,
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