Juegos en el jardin
Bola de prisionero
La pelota cautiva es un juego para que los niños jueguen en lugares abiertos, se necesitan espacios muy amplios. No se recomienda jugar en casa porque este juego requiere la presencia de una pelota y por lo tanto, en caso de que la pelota no sea lanzada de la forma deseada; corre el riesgo de golpear y romper algún objeto de la casa. Un lugar cerrado en el que se puede jugar es un gimnasio, tanto por el medio ambiente como por el tamaño de los campos de juego. La pelota cautiva es un juego apto tanto para niños como para niñas, lo importante es que los niños no sean demasiado pequeños porque podrían lastimarse. Lo ideal es formar un pequeño grupo de niños de entre 7 y 10 años. Para evitar que algunos niños se hagan daño, es aconsejable supervisar a un adulto. Este juego requiere reglas muy específicas: Requiere un campo de juego rectangular, dos equipos de cuatro jugadores y dos capitanes. El capitán tiene el papel importante de elegir al resto de miembros del equipo. La pelota elegida debe ser liviana y de material plástico atóxico y debe ser lanzada con las manos. A menudo, este juego se puede confundir con el de la bola venenosa, que tiene reglas muy diferentes.
El juego y su finalidad
Una vez compuestos los dos equipos, deben colocarse en el campo uno frente al otro. Obviamente, el campo tendrá que tener pautas que formen una parte más grande del campo que será el área de juego y una parte trasera mucho más pequeña. Cada jugador debe lanzar la pelota y el objetivo es intentar golpear a uno de los oponentes de tal manera que lo haga prisionero. En el caso de que el oponente logre bloquear la pelota, no será él quien se convierta en prisionero sino quien la tiró. Los prisioneros deberán instalarse en esa área de campo más pequeña detrás del área de juego pero en el lado opuesto del campo, es decir, no detrás de su equipo sino detrás del equipo contrario. El juego para el prisionero no ha terminado, debe intentar atrapar la pelota sin salir de su cancha y golpear a sus oponentes. El prisionero que logre golpear al oponente puede volver a jugar en el campo con su equipo, el que fue golpeado a su vez se convierte en prisionero. Algo importante que decir es que cuando se lanza la pelota, si primero toca el suelo y luego golpea a un jugador, el lanzamiento no se considera válido. El juego termina cuando todos los jugadores de un equipo han sido hechos prisioneros.