¿Cuánto regar las plantas de cacomela?
<h2 title="Cómo cultivar cacomela – frutas de cacomela»>Cómo cultivar cacomela
La cacomela es una planta que se adapta con bastante facilidad al clima y además en cuanto al suelo no es particularmente exigente, el único requisito es que esté bien drenado. A la venta suele haber plantas que tienen un par de años: cuando se compran es muy importante proteger las raíces, que son la parte más delicada. La planta se planta en primavera, en agujeros en el suelo de unos 50 centímetros de profundidad, mientras que el collar debe sobresalir 3 o 4 cm del nivel del suelo. El tronco, aún delgado, debe apoyarse con un palo clavado en el suelo, alejado de las raíces para no dañarlas. Llegados a este punto, conviene enriquecer el suelo de relleno con abono orgánico, cuidando de volver a introducirlo en el hoyo sin comprimirlo demasiado. En los años siguientes la planta no precisa de podas especiales aparte de, si es necesario, las para dirigir su crecimiento. Fuente: ask.extension.org
Como y cuando fertilizar
La primera fertilización tiene lugar en el momento de la siembra en el suelo. En este caso es necesario mezclar el suelo que cubre el hoyo con abono orgánico rico en nitrógeno. El fertilizante ideal es el cornunghia, compuesto de desechos del procesamiento de cuernos y uñas de animales. Es un compuesto que promueve el aumento de nitrógeno en el suelo y ayuda a prevenir la formación de moho u hongos que pudieran atacar la planta. Cada año, a principios de otoño, es una buena práctica esparcir unos 200 gramos de abono al pie de la planta, incorporándolo con un rastrillo ligero. Además, para preservar mejor la salud de la cacomela en los meses más fríos, es recomendable cubrir el suelo con una capa de corteza de pino. Estos sirven para mantener las raíces más calientes y reducir el riesgo de enfermedades. Fuente: ksk-global.com
Cacomela: exposición, enfermedades y posibles remedios
Aunque la cacomela es una planta resistente, su exposición ideal sigue siendo a pleno sol, posición que le permite crecer rápidamente y dar frutos. No es una planta que requiera cuidados especiales, excepto en los primeros años de vida, cuando las raíces aún no han alcanzado una resistencia suficiente al frío. En este caso, la solución es cubrir el suelo con corteza. Un frío excesivo o un riego demasiado abundante pueden provocar la pudrición de las raíces y el ataque de hongos y parásitos como el pseudococcus viburni, el kaki cotonello. En épocas de sequía, en cambio, el peligro está representado por la mosca de la fruta, cuyas picaduras provocan daños en los tejidos de la fruta, que se pudren dando lugar a manchas oscuras. En este caso es necesario eliminar inmediatamente los frutos afectados y limitar el desarrollo de parásitos mediante el uso de aceite blanco, un insecticida libre de sustancias tóxicas, también utilizado en agricultura ecológica. Fuente: creepycrawlieslove.tumblr.com
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