Los cactus han ganado cada vez más seguidores. Es un tipo de planta fácil de cuidar y una excelente opción para cultivar en casa. Belleza exótica y con diferentes tipos y tamaños, hacen que cualquier ambiente sea más auténtico y lleno de personalidad.
Los cactus pertenecen a la familia Cactaceae y sobreviven en lugares cálidos o áridos acumulando agua en sus tejidos.
Esto se debe a que son plantas suculentas, es decir, plantas cuyas raíces, tallos u hojas se han engrosado para permitir el almacenamiento de agua en cantidades mucho mayores que en las plantas normales.
Los cactus son plantas suculentas, pero no todas las plantas suculentas son cactus. ¡Así que no te confundas! Hay muchos tipos de plantas suculentas y el cactus es solo una de ellas.
Las plantas suculentas son aquellas en las que la raíz, el tallo o las hojas se han espesado para permitir el almacenamiento de agua en cantidades mucho mayores que en las plantas normales.
Esta adaptación les permite mantener reservas líquidas durante períodos prolongados y sobrevivir en ambientes áridos y secos que serían inhabitables para otras plantas.
La adaptación de las suculentas les permite colonizar ambientes escasamente habitados, que reciben poca competencia de otras especies y en los que los herbívoros son escasos.
Para que sea posible captar la escasa humedad presente en el ambiente, muchas suculentas son pubescentes, es decir, tienen una superficie cubierta de pelo que retiene el rocío de la mañana.
Los cactus tienen una adaptación desconocida a otras plantas suculentas. Estos transforman las hojas en espinas que cumplen la doble función de retener el agua y defender a la planta de posibles agresiones.
La fotosíntesis tiene lugar en la superficie del propio tallo, que almacena el líquido retenido.