Una de las especies más bellas de este grupo de Laelia, también llamada Hoffmannseggella, en algunos ambientes de orquídeas. Son plantas en miniatura, con flores de fuertes contrastes y muy coloridas, que además poseen un ligero aroma.
Se trata de una orquídea de tamaño compacto y flores de un raro color exótico. Laelia lucasiana es un habitante exclusivo del territorio brasileño, encontrándose vegetando a pleno sol, sobre rocas en regiones de gran altitud en el estado de Minas Gerais.
Esta especie rupícola o litófila, en la naturaleza, se encuentra viviendo felizmente a pleno sol, sin ninguna protección. Proviene de las montañas del Estado de Minas Gerais, Brasil, desarrollándose en altitudes entre 1400 y 1700 m. Crece en rocas y en lugares expuestos al sol.
Se debe cultivar en una maceta pequeña, de unos 8 cm de diámetro, en un sustrato con una base de 1 cm de sphagnum, estando el resto compuesto por guijarros de granito (1 a 3 cm) y algo de arcilla expandida.
El lugar de cultivo debe estar en un lugar bien ventilado, con buena luz e incluso debe estar expuesto a la luz solar directa durante parte del día. Soporta temperaturas frías en invierno regando lo suficiente como para mantener solo una humedad relativa del sustrato, suspendiéndose casi por completo en invierno.
Fertilizar durante las épocas más calurosas y secas, en el período correspondiente al desarrollo de la planta, siempre con dosis de baja concentración (alrededor de la mitad a un tercio de la dosis indicada). Es preferible aumentar el número de aplicaciones que aplicar dosis elevadas.
Es importante destacar que, en el cultivo doméstico, en condiciones muy diferentes a las que se encuentran en la naturaleza, es recomendable no intentar reproducir este insólito hábito. Lo ideal es filtrar los rayos directos del sol con una pantalla de sombreado.
Laelia lucasiana suele florecer entre verano y otoño. Aquí en el apartamento, la floración se ha concentrado de octubre a diciembre. Las flores no tienen un aroma pronunciado y son de larga duración.
La parte vegetativa de Laelia lucasiana es compacta y de muy buen comportamiento, con los pseudobulbos simétricamente alineados verticalmente, las hojas siguiendo la misma orientación.
Las flores se elevan imponentes, en el ápice de largos tallos que aparecen en la parte superior de los pseudobulbos, a buena altura en relación a la planta, distribuyéndose en grupos de dos a tres, bien espaciados.
Aunque mucha gente la cultiva en piedra de canga, mi orquídea está en el mismo jarrón de plástico en el que vino del productor, con sustrato compuesto por trozos de madera y carbón.
El conjunto, a su vez, descansa sobre una bandeja con arcilla expandida y una capa de agua en el fondo. La fertilización es química, semanal. Se ha desarrollado y florecido bien en estas condiciones.