Esta pequeña orquídea naranja, de nombre científico Sophronitis cernua, es muy puntual. Cada final de verano, principios de otoño, se inician los preparativos para una hermosa floración, cada año más abundante.
Durante el período en que no florece, se dedica al crecimiento vegetativo, emitiendo nuevos pseudobulbos.
Estas estructuras se extienden por el sustrato, creando un gran grupo, en forma de alfombra. Cuando llega la floración, todo el conjunto nos brinda un espectáculo memorable.
Si bien Sophronitis cernua es la especie que produce las flores más pequeñas, este aspecto se compensa con la abundancia. Entre las orquídeas del género Sophronitis, esta es la más generosa en cuanto al número de flores.
Sin embargo, estas flores no se parecen en nada a las clásicas orquídeas rojas, representadas por la icónica Sophronitis coccinea.
Las flores de Sophronitis cernua también son bastante diferentes de las grandes flores rosadas producidas por Sophronitis wittigiana, otro pariente cercano.
Otro híbrido famoso, Sophronitis Arizona, también tiene flores mucho más grandes y generalmente solitarias en comparación con las especies de cernua. Aunque la Sophronitis cernua se conoce como tal desde el siglo XIX, hoy en día hay quien dice que ya ni siquiera es Sophronitis.
Sophronitis cernua es una orquídea presente en varios estados del territorio brasileño. Hay informes de que también ocurre en Bolivia y Paraguay. En Brasil, su ocurrencia se concentra en la región sureste.
Sophronitis cernua es una orquídea que disfruta de altos niveles de humedad relativa en su ambiente de cultivo, similar a la condición en la que se encuentra en su hábitat original.
Por ello, es tan complicado cuidar esta microorquídea en apartamentos o interiores en general. El entorno urbano en el que vivimos, especialmente las habitaciones de nuestras casas, suele presentar una sequedad del aire más acentuada.
La falta de ventilación también es otro obstáculo para el cultivo de orquídeas como Sophronitis cernua.
Existen algunos dispositivos que ayudan a elevar los niveles de humedad relativa, en interiores. El uso de fuentes de agua, cercanas al lugar donde se cultivan las orquídeas, ayuda en este sentido. Alternativamente, se pueden utilizar bandejas humidificadoras.
Se puede utilizar cualquier recipiente poco profundo, incluso el plato pequeño. Sin embargo, debe contener una capa de arena, grava o grava. El tobogán de agua está en la parte inferior y el jarrón pasa por este sistema. No hay contacto directo del agua con las raíces de Sophronitis cernua.
Aunque aprecian la humedad en el ambiente, las orquídeas odian tener los pies mojados durante mucho tiempo. Por eso, es fundamental evitar el uso de pequeños platos debajo del jarrón, que acumulan agua por el riego. Estos deben estar espaciados y solo realizarse cuando el sustrato esté muy seco.
Como orquídea epífita, Sophronitis cernua se cultiva idealmente en trozos de madera o troncos de árboles. En estos casos, el riego debe ser más frecuente.