Viola odorata es una herbácea, pertenece a la familia de las Violáceas, originaria de Europa, África y Asia Occidental, tallo, perenne, pubescente, con 20-25 cm de altura.
Es una planta de la familia Violaceae, no son tan conocidas en Brasil como la africana, pero realmente se parecen mucho, pero las diferencias son fundamentales: las flores de la viola odorata son fragantes y de color púrpura intenso, las hojas son ovaladas, lisas y presentan un tallo largo; mientras que la violeta africana no desprende perfume, tiene hojas aterciopeladas, con forma redonda y las flores son de colores variados, además de no tener ningún valor medicinal, solo decorativo.
Fácil de cuidar
Viola odorata es originaria de Europa, pero está prácticamente esparcida por todo el mundo. Su hábitat natural son los bosques, la sombra y los humedales.
Es una planta muy fácil de cultivar y puede crecer hermosa y saludable incluso en interiores.
Se cultiva a media sombra en suelo fértil, rico en materia orgánica y se mantiene húmedo.
Las violetas se adaptan bien a las mezclas de suelo tradicionales para plantas en macetas como: 1/3 de tierra de jardín, 1/3 de tierra vegetal (o humus), 1/3 de arena. Hay sustratos adecuados para violetas en el mercado.
En época de floración fertilizar con fertilizante químico NPK 4-14-8 o utilizar fertilizante orgánico que distribuya los nutrientes de forma lenta y continua, como: pastel de ricino y harina de huesos.
La siembra con semillas debe hacerse en macetas pequeñas, en una mezcla de 2 partes de abono orgánico, 1 de tierra y 1 de arena gruesa. Plante las semillas a una profundidad de 1 cm.
El jarrón debe mantenerse a la sombra y la tierra debe regarse todos los días, sin empaparse. Al ser una planta perenne, bien cuidada, florecerá durante muchos años y garantizará flores con un delicioso aroma.
Los pétalos se pueden almacenar: basta con cosecharlos, secarlos a la sombra y guardarlos en pequeñas bolsas de plástico negro, para que no reciban luz.