El ajo social es una planta, bulbosa, grumosa y de floración, originaria de Sudáfrica y pertenece a la familia Amarylidaceae. Es muy utilizado en jardines por sus cualidades ornamentales y su bajo mantenimiento. Sus hojas tienen una forma alargada y afilada, como cintas.
Son carnosos, con fuerte aroma a ajo y color verde oscuro, en forma típica. Las inflorescencias aparecen durante todo el año, pero principalmente en los meses calurosos. Brotan sobre pedúnculos altos, muy por encima del follaje, con un pequeño ramo de flores estrelladas, tubulares y de fragancia dulce en lila, rosa o blanco.
Los frutos que siguen son cápsulas triangulares. Se abren naturalmente cuando están maduros, liberando semillas negras.
El ajo social es una presencia constante en los jardines planificados, ya que es una planta muy versátil, fácil de cuidar y de gran belleza y eficacia. Esta planta delicada y de aspecto elegante se puede utilizar como cama o borde a pleno sol.
Es sorprendente lo fácil que es adaptarlo a diferentes estilos de jardín, en diferentes situaciones. Su crecimiento es moderado, lo que hace que sea bastante caro montar un gran macizo que ya está lleno, bien enmarañado.
Sin embargo, con el tiempo esto se convierte en una cualidad ya que la planta no es agresiva, lo que resulta en un mantenimiento muy bajo. También se puede plantar en macetas y babero. Sus flores son muy duraderas después del corte y se pueden utilizar en arreglos florales.
Además de todas estas maravillosas características, el ajo social es comestible y se puede usar como condimento de la misma manera que el ajo normal. El nombre ajo social proviene precisamente de este uso, ya que se dice que cuando lo comes en lugar de ajo común, no tienes mal aliento.
También se informa que tiene importantes propiedades afrodisíacas además de combatir el cáncer y la trombosis. En el jardín de la casa, todavía funciona como un gran repelente, ayudando a protegerse de las plagas, incluidos los mosquitos y las moscas, e incluso las serpientes y los topos.
Su cultivo debe ser a pleno sol, en suelo fértil, ligero, drenable, enriquecido con materia orgánica y con riego regular. Aunque vegeta en lugares semi-sombreados, florecerá menos en estos lugares y crecerá con menos vigor.
Es una planta que tolera el frío, pero hay que protegerla de heladas fuertes. También es resistente a breves períodos de sequía y no soporta encharcamientos prolongados.
Debe fertilizarse mensualmente durante la primavera y el verano para una floración intensa.
La replantación debe realizarse cada 3 o 4 años, enriqueciendo el sustrato. Su multiplicación se realiza fácilmente por semillas o por división de matas durante el invierno.