El bambú alemán es una planta herbácea, maciza, con follaje ornamental, originaria de diferentes países de Asia y Oceanía. A pesar de la apariencia de bambú, esta especie es en realidad una hierba. Pertenece a la familia Poaceae y también se conoce popularmente como mini-bambú, catgrass, mini-bamboza, bambú y bambú en miniatura.
Es una planta que forma matas densas y bajas, de aspecto redondeado. Sus ramas son largas y delgadas y las hojas son brillantes, de color verde claro o jaspeadas con crema, con una forma y disposición similar a las hojas de bambú.
Las inflorescencias aparecen en primavera u otoño, debajo del follaje, y son simples racimos de espiguillas planas que llevan bordes largos y delgados.
El bambú alemán es muy versátil en el paisajismo, tomando el protagonismo destacado o como fondo, según el proyecto.
Además de grupos y conjuntos de plantas espaciados para mostrar su forma, también puede formar macizos y bordes, ideal para alisar caminos, paredes y grava, creando puntos redondeados.
Sigue siendo una opción perfecta para la vegetación de los bordes de lagos y cascadas, ya que disfruta de la humedad constante de estos lugares, donde puede desarrollar ramas un poco más abiertas e incluso algo colgantes.
Su apariencia de bambú hace que su uso sea interesante en jardines tropicales-orientales, sin embargo, se puede encajar en otros estilos, dependiendo de la función que se le asigne.
También se puede plantar en macetas, adornando así la entrada de la casa, la mesa del comedor y la encimera del baño, etc.
Sin embargo, en lugares que no son tan brillantes, el bambú alemán tendrá un aspecto «suelto», igual de encantador. Sus ramas se utilizan habitualmente en delicados arreglos florales, que adquieren un encantador “toque” oriental.
Debe cultivarse a pleno sol, media sombra o luz difusa, en suelo fértil, drenable, enriquecido con materia orgánica y regado con frecuencia. Aprecia los sustratos rocosos y arenosos para el crecimiento profundo de las raíces.
No resiste la sequía y debe permanecer en suelo permanentemente húmedo o incluso anegado. No hay que tener miedo de regar esta planta, ya que el agua difícilmente será demasiado para ella.
Durante el crecimiento, la planta debe densificarse, mediante la técnica de pellizcar o incluso podar.
A pesar de crecer más fuerte y más rápido en climas cálidos, el bambú alemán también tolera el frío y resiste heladas ligeras.
Su multiplicación se realiza dividiendo los racimos, quedando cada plántula con la estructura completa de la planta.