Originaria de Japón y China, la gardenia es una planta arbustiva que mantiene su follaje siempre verde. Es un arbusto perenne, semi leñoso, ramificado y muy florido, que puede alcanzar los 1,5 m. hasta 2 m. alto.
Sus hojas son de color verde oscuro brillante, coriáceas con forma ovalada y venas bien delimitadas.
Las flores son de un blanco seroso, pueden ser simples o dobles, se abren en primavera o verano y emanan un agradable perfume que envuelve el ambiente que las rodea, recordando el aroma del jazmín.
Cuidado y mantenimiento de Gardenia
Condiciones favorables
Gardenia necesita lugares con buena luz, preferiblemente a pleno sol, pero no le gusta el sol durante las horas más calurosas. Por lo general, se cultiva como planta al aire libre, pero también es adecuada para uso en interiores siempre que se coloque en un ambiente luminoso.
Goza de temperaturas suaves, sufre heladas y fuertes vientos. Los cambios repentinos de temperatura, corrientes de aire, fluctuaciones de brillo y humedad pueden provocar la pérdida de botones florales.
En invierno puede perder parte de sus hojas y verse menos interesante, pero en primavera renace y muestra toda su belleza.
Soil
Gardenia no admite suelos alcalinos, es absolutamente necesario mantener el suelo ligeramente ácido. También es importante que el suelo tenga una buena capacidad de drenaje y sea rico en materia orgánica, un sustrato a base de turba y humus cumple los requisitos. Para mayor precisión, existen sustratos adecuados para el cultivo de gardenias.
Fertilización
Durante la floración, administrar un fertilizante líquido diluido en agua según la dosis recomendada en el envase, cada quince días. Utiliza un fertilizante apto para plantas acidófilas, en el que destaca la imagen de azaleas y camelias.
El riego de
Gardenia no admite agua dura, si es posible use agua de lluvia. Aprecia los riegos regulares pero no abundantes, para mantener el sustrato húmedo pero no empapado.
Colocar una capa de corteza de pino en la superficie del suelo ayuda a mantener la humedad y estabiliza la temperatura del suelo. Lave las hojas con agua tibia no calcárea en períodos cálidos y secos.
Poda y mantenimiento
Realizar una poda ligera de la gardenia a principios de otoño, para darle forma y favorecer la floración en la siguiente temporada.
En las primeras 48 horas las flores son muy blancas, después de este período comienzan a amarillear suavemente y a secarse. Este aspecto quita algo de belleza ornamental a la planta, corte las flores después de que se sequen.
Plagas y enfermedades Las
gardenias son generalmente resistentes, pero en condiciones de estrés la planta puede sufrir diversas dolencias. Las plagas de gardenia más comunes son los ácaros, pulgones y cochinillas.
Se controlan fácilmente con una suspensión de jabón casera. También es susceptible al amarillamiento de las hojas, cancro, mildiú polvoriento y fumagina.
La
Gardenia de trasplante se puede cultivar directamente en el suelo o en macetas, siempre que sea grande. No es obligatorio realizar el trasplante anualmente, solo cuando las raíces salen por los baches. Cuando sea necesario, debe hacerse en primavera.
Multiplicación de Gardenia
Se propaga por esquejes de ramas semi leñosas después de la floración. Corta el extremo de una rama y plántala en un panal ácido, manteniéndola húmeda hasta que el esqueje eche raíces. El proceso será más exitoso en un ambiente alrededor de 20º – 21ºC.
Aspectos sensibles de la gardenia
Mal desarrollo de los botones florales
La humedad ambiental es muy importante para el buen desarrollo de la gardenia, no tolera la sequedad del aire. La falta de humedad en la atmósfera puede provocar un desarrollo deficiente, la caída de los botones florales y el marchitamiento rápido de las flores.
Hojas amarillas Las
gardenias son plantas delicadas y, a menudo, muestran signos de falta de hierro. Si las hojas tiernas se ponen amarillas, complementar con un fertilizante rico en hierro, en las dosis indicadas en el paquete.
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