Cómo regar la cebolla tropea
Cómo cultivar cebolla tropea
La cebolla de Tropea necesita un suelo bien drenado y un lugar soleado. Antes de enterrar los bulbos, es aconsejable preparar el suelo con estiércol maduro o compost. Se puede sembrar directamente al aire libre, teniendo en cuenta que la cebolla no aguanta el frío y por ello se puede sembrar en primavera-verano. Las semillas de cebolla Tropea están disponibles en el mercado y puede elegir entre la variedad larga y redonda. Además de la siembra directa, también se pueden trasplantar plántulas ya desarrolladas. En este caso, puede comprar las plántulas en un vivero o puede crear un semillero artesanal y obtener las plántulas de los bulbos. Es aconsejable espaciar las plantas a unos 15 cm entre sí y separar las hileras entre sí en 30 cm.
Fertilizando la cebolla morada
La cebolla de Tropea no es una hortaliza particularmente exigente desde el punto de vista nutricional, especialmente en las primeras etapas del desarrollo de la planta, ya que puede considerarse una rotación de cultivos que se nutre de los restos de cultivos anteriores. Bastará con preparar correctamente el medio de cultivo antes de proceder a la siembra con estiércol maduro u otro abono orgánico. Posteriormente, durante el cultivo, es posible suministrar fertilizantes orgánicos o minerales, preferiblemente de liberación lenta, a base de nitrógeno, potasio y fósforo para ser enterrados mediante desyerbas periódicas. Se recomienda aportar un buen aporte de fósforo y potasio especialmente en el último mes antes de la cosecha. Por el contrario, evite exagerar
Cebolla de Tropea: Enfermedades y parásitos.
La cebolla de Tropea puede ser atacada por la mosca de la cebolla. Para tratar de prevenir este problema sin recurrir necesariamente a productos químicos, es recomendable cultivar cebolla junto con zanahorias. De hecho, las zanahorias actúan como repelente natural contra este tipo de moscas. Otro problema que puede afectar a la cebolla de Tropea es el mildiú velloso. Cuando la planta se ve afectada por esta enfermedad, se notan hojas que se vuelven grises y se secan rápidamente. En este caso se recomienda intervenir con prontitud, para no perder la cosecha, utilizando productos a base de cobre. Finalmente, otro problema que puede afectar a la cebolla está mayormente ligado a errores en la administración del agua, y es la aparición de moho blanco.
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