Irrigación
Como cuidarlo
Si ha optado por plantar un cerezo silvestre en su jardín no tendrá que preocuparse demasiado por su mantenimiento. Es un árbol rústico, que se adapta bien a cualquier tipo de suelo y no requiere cuidados especiales. No le gusta el agua estancada pero requiere suelos que no estén demasiado secos. Prefiere suelos ricos en nitrógeno y exposición directa a los rayos solares. Bastante resistente al frío, la cereza silvestre tolera temperaturas tan bajas como -10 ° C y se encuentra entre las primeras plantas frutales que florecen en primavera. Las heladas pueden producir fisuras en su tronco, de las que sale una resina gomosa de color ámbar, que se utiliza en el campo farmacéutico. El tallo de la cereza se consume ampliamente en la medicina herbal, donde se utiliza para la preparación de productos diuréticos.
Fertilización adecuada
En los primeros años de vida del cerezo silvestre no es necesario realizar ningún tipo de fertilización del suelo. A partir del cuarto año, cuando se planta el cerezo en su emplazamiento definitivo, será aconsejable realizar anualmente tratamientos a base de fertilizantes ricos en nitrógeno. La fertilización debe realizarse después de la cosecha de la fruta. El nitrógeno es de hecho una sustancia necesaria para el correcto crecimiento del cerezo silvestre, y está contenido en muchos elementos que componen la planta. La ingesta de la sustancia se produce directamente del suelo, pero este proceso a veces es difícil debido a la alta volatilidad del compuesto. Un correcto suministro de fertilizante realizado en el período recomendado contribuirá al crecimiento de la planta,