Cuanto regar
Cuidado que se debe proporcionar
La planta del cerezo negro, dada su rusticidad, no requiere grandes cuidados. Prefiere condiciones climáticas muy similares a las adecuadas para el cerezo, por lo que requiere muchas horas de exposición a los rayos del sol, pero también se adapta a la luz tenue (esta condición, por supuesto, puede limitar su floración o maduración de frutos); además, el área de cultivo debe estar bien resguardada de los vientos, que pueden desprender fácilmente las flores de las ramas. Tolera casi todo tipo de suelos, aunque sean excesivamente compactos (que puedan dificultar el crecimiento de las raíces), se deben evitar los mal drenados y los calcáreos. Además, aunque sobrevive muy bien en temperaturas cálidas, tampoco tolera las bajas temperaturas, por lo que es necesario que no se cultive por encima de los 1000 metros de altitud.
Cómo fertilizar
Para una óptima producción de flores y frutos, se recomienda abonar la planta con estiércol maduro de vacuno o equino, o con humus especialmente rico en nitrógeno, elemento indispensable para la maduración. El fertilizante a utilizar debe ser de liberación lenta, con el fin de brindar una protección adecuada a la planta contra las heladas invernales y favorecer la floración primaveral; Las intervenciones de fertilización, que se realizarán una vez al año para plantas adultas, deberán realizarse en el período otoñal. Para las plantas recién plantadas, la fertilización es fundamental: de hecho, es necesario abonar el suelo varias veces al año, utilizando un abono maduro que mejore el drenaje del suelo y, a intervalos regulares, un abono mineral que proporcione la cantidad adecuada de manganeso,
Cereza negra: enfermedades y plagas
Esta planta, al ser muy apta para vivir en estado salvaje, es muy resistente al ataque de patógenos externos. Sin embargo, en el caso de que haya sufrido daños durante el invierno, está más sujeto al ataque de pulgones y cochinillas; estos insectos, capaces de alimentarse de la linfa vital que circula en los órganos vegetativos de rápido crecimiento, provocan la muerte de las hojas y, en los casos más graves, la muerte de la propia planta. Pueden eliminarse manualmente o con el uso de pesticidas a base de jabón de Marsella (muy adecuados especialmente para las cochinillas). Una enfermedad grave que puede atacar a la cereza negra es la monilia, una enfermedad fúngica que ataca principalmente al fruto. El principal remedio para esta enfermedad son los antifúngicos que se encuentran fácilmente disponibles en el mercado.
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