Generalidad
Clima y terreno
La clementina, como todos los cítricos, prefiere los climas templados cálidos, el ambiente ideal es la cuenca mediterránea; tiene mejor resistencia al frío que la mandarina, pero tiene una floración y fructificación lenta e irregular porque se ve muy afectada por los cambios térmicos. Las temperaturas bajo cero pueden dañar los árboles; la planta crece sin problemas con valores térmicos entre 13 y 30 ° C, mientras que los daños por altas temperaturas se producen por encima de los 40 ° C. El árbol prefiere ambientes a pleno sol, pero al abrigo de los vientos que pueden hacer que las ramas se rompan y las hojas de los brotes jóvenes se sequen, de lo contrario se deben crear barreras cortavientos. Clementine prefiere suelos sueltos, de textura media, profundos, fértiles y bien drenados, con pH cercano a la neutralidad y con un buen contenido de materia orgánica para que el suelo esté bien ventilado; mientras que evita los compactos, excesivamente calcáreos y salinos. Los primeros híbridos se obtuvieron en Argelia a principios del siglo XX; actualmente se cultiva principalmente en Túnez, Argelia, España, Italia (Calabria, Sicilia, Puglia y Basilicata) y en Estados Unidos.
Variedad
En las últimas décadas, la clementina ha conquistado las preferencias de los consumidores, en detrimento de la mandarina, debido a la ausencia de semillas y maduración temprana, de hecho los frutos se recolectan desde finales de octubre hasta enero. Los cultivares de clementina más importantes son Precoce di Massacra, Grosso di Puglia, Monreal, Di Nules, Oroval y Tardivo. La variedad Monreal tiene una fructificación constante y abundante, sin embargo presenta el defecto del experiidium rico en semillas.
Portainjertos
La propagación de la clementina se produce principalmente por injerto; los portainjertos más utilizados son el franco, la naranja amarga, el citrange y la mandarina Cleopatra. La naranja amarga se adapta a muchos tipos de suelos, pero no a los compactos, da un vigor medio y buena longevidad a los árboles; resiste las bajas temperaturas y tolera algunos parásitos como la goma del cuello y la pudrición de la raíz, mientras que es sensible a la sequedad y al virus de la tristeza.
El citrange tiene raíces bastante profundas, evita suelos demasiado compactos, se utiliza en la resiembra de cítricos porque resiste nematodos, induce un vigor medio a la planta, buena productividad y excelente calidad. La mandarina Cleopatra se utiliza en España y Estados Unidos y resiste bien el frío.
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