Lo bello debe multiplicarse. La frase no podría ser más adecuada para los colibríes. Hermosas por naturaleza, florecen todo el año, tienen muchos usos en el jardín y son muy fáciles de reproducir.
El proceso adoptado para ello es el corte, técnica que consiste en cortar una parte de la planta -en el caso específico del hibisco-colibrí se utiliza una rama- para crear una nueva plántula. Siga paso a paso a continuación y obtenga nuevas muestras para su jardín o plántulas como regalo.
Paso a paso
1 – Con tijeras de podar, corta una de las ramas secundarias de la planta. El corte debe hacerse cerca de la rama principal.
2 – Coger la rama cortada y dividirla en dos, dejando la parte inferior, la más gruesa que estaba unida a la rama principal, entre 30 cm y 40 cm. Haz el corte justo por encima de un nudo, el punto por donde salen las hojas. La punta de la rama se puede descartar.
3 – Si la rama es completamente leñosa, firme como la madera, quítele todas las hojas. Si es semi-resistente, firme en la parte inferior y más suave en la parte superior, mantenga una hoja o dos cortadas por la mitad en la parte superior. Esto asegurará que la rama continúe con la fotosíntesis.
4 – Coloque la estaca en un vaso de agua y manténgala en un lugar sombreado, aireado y fresco. Es importante cambiar el agua como máximo cada dos días.
5 – A los 40 días habrán brotado nuevas hojas y las raíces empezarán a desarrollarse. Es hora de trasplantar la estaca a una maceta.
6 – Coloque la estaca en un recipiente de 15 cm de altura lleno de sustrato ya preparado y manténgalo en un lugar sombreado. Después de dos o tres meses, la plántula se puede trasplantar a la ubicación final.
La técnica utilizada para multiplicar hibisco-colibrí también funciona con otras especies. La violeta (Duranta erecta), un arbusto muy ornamental que encanta por sus flores y frutos, y la budleia (Buddleja davidii), famosa por sus exuberantes inflorescencias, son dos de ellas.