Muchas personas prefieren plantar chalotas en lugar de cebollas debido al delicado sabor que añaden a las más variadas preparaciones culinarias. Aprende a plantar chalotas en el jardín y dale a tus platos un toque exclusivo de los sabores de la «Nouvelle Cuisine».
El origen de las chalotas
Las chalotas tienen el nombre científico de Allium ascalonicum y, al igual que el ajo y las cebollas, pertenecen a la familia de las Liliáceas. Es una planta bulbosa originaria de Asia Central y su nombre proviene de Ascalon, una ciudad palestina. Durante el siglo XI, con la Primera Cruzada, la chalota fue llevada al continente europeo, es decir, a Francia, y allí revolucionó completamente la cocina francesa en la confección de las comidas más lujosas y refinadas.
La constitución de un chalote
A pesar de ser de la misma familia que la cebolla y el ajo, la chalota ofrece un sabor más dulce y agradable que las otras. Es un vegetal que tiene bulbos ovalados que son comestibles y muy sabrosos. Su fisonomía presenta un tallo verde con hojas largas, delgadas y cilíndricas (generalmente una por bulbo) y flores púrpuras. Los bulbos de chalota son blancos por dentro y púrpuras por fuera y están todos atados juntos, como los dientes de una cabeza de ajo. Las hojas verdes que se adhieren a la chalota y que están por encima del suelo se conocen como cebolletas y éstas, a su vez, se utilizan ampliamente en ensaladas, especialmente en verano, ya que se combinan muy bien con el pepino y el tomate.
El mejor momento para plantar chalotas
Las chalotas son una planta perenne que puede alcanzar los dos metros de altura. Es una hortaliza muy productiva y fácil de cultivar y por eso debe ser parte de su huerto o jardín. Es una planta que se adapta a cualquier tipo de clima, sin embargo, la mejor época para plantar chalotas es en enero en las regiones más secas o a principios de la primavera, después del otoño de las heladas invernales, en las regiones más húmedas. Por otro lado, hay que tener en cuenta que los chalotes, al igual que los limones, necesitan muchas horas de exposición al sol para crecer de forma sana y natural.
Preparación del suelo para los chalotes
Las chalotas, al igual que las cebollas, no se desarrollan bien en suelos secos y pesados, por lo que su cultivo requiere un suelo con un pH de 6 a 6,8 y bien drenado. El suelo debe ser neutro, rico en materia orgánica y no debe haber sido fertilizado recientemente ya que excede sus niveles de nitrógeno. Al igual que el ajo de poro, los chalotes necesitan un suelo con mucho fósforo y potasio. Para ello, se deben utilizar abonos orgánicos o una cubierta de raíces de plantas con tierra, estiércol o paja, para que el suelo sea lo más fértil posible y tenga todos los nutrientes necesarios para que los chalotes se desarrollen.
Cómo plantar chalotas
Para plantar chalotas correctamente en su jardín o huerto, debe seguir los siguientes pasos:
Adquirir semillas de chalotas: debes ir a una tienda especializada o tienda de semillas para comprar las semillas de chalotas que plantarás en tu huerto. Por otro lado, si ya ha cultivado chalotas en el año anterior, puede aprovechar los bulbos más gruesos de ese mismo cultivo y comenzar una nueva plantación.
Abrir filas de cultivo: debe abrir zanjas poco profundas en su jardín y colocar en ellas las semillas o chalotas que utilizará en su plantación. Depende de ti cuántos pozos usar, ya que esto depende de tus necesidades y del espacio que tengas disponible.
Coloca las semillas o bulbos en el suelo: las semillas o bulbos deben colocarse un centímetro dentro del suelo y espaciados entre ellos a una distancia de 10 a 15 centímetros.
Agua regularmente: Las chalotas tienen raíces finas y delicadas y necesitan un riego regular para que el suelo no se seque. Asegúrate de que en el espacio entre las plantas no crezca ninguna mala hierba, ya que ésta dañará el crecimiento de los chalotes y estropeará tu cosecha.
La cosecha de chalotas
Los chalotes, al igual que el ajo, suelen cosecharse en junio y julio, pero esto depende del tipo de clima de su región. Una de las mejores maneras de comprobar si los chalotes están listos para la cosecha es observando el color de sus hojas. Tan pronto como las hojas de los chalotes se vuelven de color amarillento, significa que están listas para ser removidas de la tierra.
Al cosechar, hay que tener mucho cuidado de no atar y arrancar las hojas de las chalotas para sacarlas de la tierra. En su lugar, usa una pequeña pala o un tenedor que te permita sacar los chalotes del suelo sin dañar sus hojas.
Después, los chalotes deben dejarse secar durante un período máximo de un mes antes de ser almacenados en bolsas de red colgadas en un lugar fresco y seco.
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