El primer paso a la hora de comprar u obtener una nueva plántula es plantarla, ¿verdad?
Ya sean plantitas pequeñas, las que suelen venir en bolsas de plástico, o incluso un poco más grandes y con más forma, compradas en floristerías. Trasplantar en macetas más grandes a las que la planta pueda adaptarse es ideal.
Sin embargo, es una tarea que, como cualquier otra, requiere cierto cuidado.
El primer paso es elegir el tamaño del jarrón. Debe tener agujeros en la base, acomodar la planta y aún tener un espacio de al menos 2,5 cm entre el borde de la bufanda y el suelo.
Una vez hecho esto, separa algún material que sirva como capa de drenaje. En esta etapa se puede optar por arcilla expandida , grava de construcción, poliestireno picado, manta de geotextil (bidim) … Hay varias opciones de drenaje.
Forre el fondo del jarrón con el material elegido, cubriendo principalmente el agujero del jarrón.
Algunas personas suelen preparar la capa de drenaje y aún así cubrirla con la manta de geotextil. No hay problema. Por el contrario, esto evitará que el sustrato se lave durante el riego.
Una vez preparada la capa de drenaje, es el momento de añadir un poco de sustrato a la maceta. Llene la maceta hasta la mitad con sustrato, dejando espacio para insertar la plántula.
Luego llegamos a la siembra.
Retire la plántula del recipiente con mucho cuidado para no deshacer el terrón. Es muy importante sujetar firmemente la base de la plántula para que no se dañe.
Si sus plántulas están en bolsas de plástico ajustadas, simplemente presione los lados con el dedo índice y el pulgar. Esto aflojará el recipiente. Luego, simplemente retire la planta.
Luego acomodar la plántula en el sustrato que ya está presente en la maceta y agregar más sustrato para reafirmar la planta, de modo que quede bien posicionada.
La distancia entre la base de la plántula y el borde de la maceta servirá para recibir el revestimiento, como corteza de pino. Esto evitará que se ensucie al regar, además de embellecer el cultivo.
Luego usa las yemas de los dedos para acomodar y presiona ligeramente el sustrato para que la plántula esté realmente firme. Luego extienda la ropa de cama y colóquela como mejor le parezca. Puede utilizar grava de colores, corteza de pino u otro material de su elección.
Por último, haz un riego y listo, se planta tu plántula.
Es importante mantener la maceta alejada de la luz solar directa durante los primeros días, ya que este es el período de adaptación de la planta. Pasado este período, continuar el cultivo según la especie.
Cabe mencionar que la siembra debe realizarse preferentemente por la mañana y no permitir que las raíces entren en contacto directo con el sol. Esto dañará la plántula.
¡Buena plantación!