Cómo plantar la mandioca

Manihot esculenta

La mandioca se clasifica como mandioca-brava o mandioca-sa, según el contenido de cianuro producido en sus raíces tuberosas, siendo éste mucho más alto en la mandioca-brava que en la mandioca-mansas. La yuca también se llama yuca o mandioca.

Clima

La mandioca es una planta tropical, nativa de Brasil, y necesita temperaturas superiores a los 18°C para desarrollarse bien, y lo ideal para su cultivo es un clima cálido y húmedo.

Brillo

La mandioca necesita buena luz y puede crecer bajo la luz directa del sol o en sombra parcial.

Suelo

La mandioca puede cultivarse incluso en suelos poco fértiles, siempre que estén bien drenados. Los suelos arcillosos pesados y los suelos compactados no son adecuados, ya que dañan el crecimiento de las raíces. Lo mejor es que el suelo es permeable, fértil, rico en materia orgánica, con un pH entre 5 y 6.

Irrigación

Irrigar de tal manera que el suelo esté siempre húmedo, sin que se empape. La planta es muy sensible a la falta de agua durante los primeros cinco meses de cultivo. Cuando están bien desarrolladas, las plantas son tolerantes a los períodos secos.

Plantación

La plantación se realiza a partir de trozos de tallo de plantas adultas sanas, conocidas como «mangles», de 15 a 25 cm de largo y unos 2,5 cm de diámetro. Los mangos se colocan en ranuras o fosas de 5 a 10 cm de profundidad y pueden estar dispuestos en posición horizontal, vertical u oblicua. Colocadas en posición vertical o inclinada, las mandiocas dan lugar a plantas cuyas raíces serán más profundas, resultando en una cosecha más laboriosa. Dispuestas horizontalmente, en dirección al surco, las raíces serán más superficiales, facilitando la cosecha. La ventaja de la colocación vertical e inclinada es que el porcentaje de manivas que brotará es mayor que en la plantación horizontal, lo que se traduce en un mayor rendimiento por superficie.

El espaciamiento generalmente recomendado es de 1 m entre hileras y de 50 a 60 cm entre plantas, y puede variar según la fertilidad del suelo, el clima de la región y el cultivar utilizado. También se recomienda plantar con doble hilera, donde la distancia entre los surcos sea alternativamente de 2 m y 60 cm, es decir, una distancia de 2 m entre dos hileras y luego 60 cm hasta la siguiente, luego 2 m hasta la siguiente, etc., manteniendo una distancia de 50 a 60 cm entre las plantas de la misma hilera.

Aunque se trata de una práctica poco habitual y no es el procedimiento recomendado, la mandioca también puede cultivarse a partir de semillas extraídas de sus frutos.

Tratamiento cultural

Las plantas invasoras que compiten con la mandioca por los nutrientes y los recursos deben ser eliminadas regularmente, al menos durante los primeros cinco meses de cultivo.

La poda de las plantas reduce la producción, evitando así toda poda, a menos que sea necesario obtener mandioca para plantar en un momento que no corresponda a la cosecha.

Cosecha

La mandioca puede cosecharse entre 6 meses y 3 años (por lo general de 12 a 18 meses) después de plantarla, según el cultivar y las condiciones de cultivo.

Toda la planta contiene dos glucósidos cianogénicos, el linamarín y la lottoaustralina. Cuando la planta se corta o se daña, una enzima llamada linamarasa descompone estos glucósidos, liberando cianuro de hidrógeno (HCN), también llamado ácido cianhídrico o ácido prúsico, una sustancia muy tóxica. Por lo tanto, ni la mandioca ni sus hojas y ramas deben ser consumidas crudas. La mandioca puede comerse cocida, frita o procesada en harina. Sus hojas pueden ser utilizadas en comidas hervidas o fritas después de que las hojas sean cortadas y lavadas varias veces. La manioca-brava debe utilizarse, tras una cuidadosa preparación, como harina y derivados.

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