Citrullus lanatus var. lanatus
La sandía es una planta herbácea con ramas que pueden alcanzar unos pocos metros de largo. Debido al peso del fruto, suele crecer postrado en el suelo, pero también puede crecer como una planta trepadora sobre soportes.
El fruto es redondo u oblongo, tiene una piel gruesa y una pulpa muy jugosa, que suele ser de color rojo o rojo rosado, pero también puede ser amarillo, naranja o blanco. La corteza también se puede comer, pero cruda es menos apetecible, por lo que se consume más cocida o guisada, y también se puede utilizar en conservas.
Probablemente nativa del desierto de Kalahari en el sur de África, las sandías se han cultivado durante miles de años, y hoy en día hay un gran número de cultivos de esta planta.
Clima
Esta planta crece mejor en clima cálido, con temperaturas entre 20°C y 34°C. También se puede cultivar en invernaderos en regiones más frías.
Las sandías son generalmente más sabrosas cuando se cultivan en condiciones de baja humedad relativa.
Brillo
Necesita luz solar directa.
Suelo
El suelo debe estar bien drenado, ser ligero, fértil, con buena disponibilidad de nitrógeno, rico en materia orgánica, con un pH entre 6 y 6,8. Los suelos arenosos son los más adecuados.
Irrigación
El suelo debe mantenerse húmedo durante la fase de crecimiento de la planta. Durante la maduración del fruto, la disminución de la frecuencia de riego puede favorecer la producción de frutos más dulces y sabrosos.
Plantación
Las semillas se siembran directamente en el lugar definitivo si las condiciones climáticas son adecuadas. De lo contrario, las semillas pueden ser sembradas en macetas de 10 cm de diámetro o en bolsas de semillas, que se mantienen en lugares calefaccionados. Las plántulas deben transplantarse con cuidado cuando alcancen de 10 a 15 cm de altura. En el sitio final, se abren fosas de 30 ó 40 cm de diámetro y profundidad con la tierra removida, fertilizada y reemplazada. Las semillas se siembran a una profundidad de 2 a 5 cm, colocando hasta seis semillas por hoyo, eliminando luego las plántulas más débiles para dejar sólo dos o tres plantas por hoyo. La germinación de las semillas suele tardar entre 4 y 14 días. El espacio puede variar de 2 a 3 m entre las fosas.
Tratamiento cultural
La presencia de insectos polinizadores, principalmente abejas, es esencial para la polinización de las flores y la formación de frutos. Si la plantación de sandías es pequeña y se observa que no hay abejas ni formación de frutos, realice la polinización de las flores manualmente con la ayuda de un pequeño cepillo de cerdas suaves. Hay flores masculinas y femeninas en la misma planta y las flores masculinas comienzan a aparecer antes que las femeninas. En las grandes plantaciones puede ser necesario introducir colmenas durante la floración.
Otro cuidado que se puede tener si la plantación es pequeña es colocar un lecho de paja, madera u otro material debajo de cada fruto, de manera que no estén en contacto directo con el suelo, disminuyendo la probabilidad de ataque de plagas y enfermedades. Darle la vuelta al fruto con cuidado en pocos días puede darle a la sandía un aspecto externo uniforme.
Eliminar la fruta malformada.
Cosecha
La cosecha de sandías suele comenzar entre 80 y 110 días después de la siembra, dependiendo del cultivar plantado y de las condiciones ambientales. Los frutos maduros suelen producir un sonido hueco cuando son golpeados. Además, si el fruto no se voltea regularmente para mantener una apariencia uniforme, la parte del fruto que queda abajo pasa de blanquecino a amarillo cuando la sandía está madura.
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