Cuando se acerca rápidamente el momento de la siembra en el campo, es necesario preparar el suelo para acomodarlo. Todo dependerá entonces del estado del suelo cuando llegue el momento…
Si ha cubierto el suelo con mantillo
¡La idea de cubrir con mantillo es siempre bienvenida! Esta técnica evita la lixiviación de los nutrientes al tiempo que impide el crecimiento de las hierbas silvestres y fertiliza el suelo. Sin embargo, es imposible sembrar en el mantillo, por lo que será necesario retirarlo y añadir estos residuos vegetales al montón de abono antes de que el suelo pueda ser aireado con una grelinette, un instrumento que no perturba de ninguna manera las diversas capas del suelo y que preserva la fauna del mismo.
Descubrirás que el mantillo hace que tu suelo sea más suelto y lleno de vida, ¡lo que facilita el trabajo! Todo lo que queda por hacer es hacer las modificaciones necesarias de acuerdo con la naturaleza del suelo, su estructura y los cultivos que desea plantar. Por ejemplo, si se desea sembrar hortalizas de raíz como zanahorias o remolacha, puede ser necesario añadir arena y abono en un suelo muy pesado o arcilloso.
En un suelo dejado al descubierto
La naturaleza aborrece el vacío, así que es una buena apuesta que los pastos salvajes se han asentado en la cama que quieres sembrar. Sácalos a mano, teniendo cuidado de quitar las raíces. Para las plantas con raíces profundas, use una gubia de espárragos para quitarlas más fácilmente. Si las plantas silvestres que han sido arrancadas no están todavía en semilla, añádalas directamente al abono, de lo contrario corte y deseche la parte con semilla para evitar ser invadida.
No olvides que ciertas plantas huéspedes (en particular algunas Apiáceas u ortigas) atraen a los ayudantes del jardinero, ofreciéndoles alojamiento y comida! Aparte de las plantas de semillero, guarda algunas para este propósito o para hacer abono líquido.
Luego airea el suelo con la campana y quita los restos de plantas o piedras. Aprovecha esta oportunidad para añadir abono al suelo, sobre todo si planeas plantar plantas codiciosas como tomates o melones. Para estos últimos, un suministro de estiércol bien descompuesto no hará ningún daño, ya que son tan voraces en nutrientes. Sólo las sembrarás dos semanas después.
En ambos casos
Una vez que la tierra ha sido limpiada, aireada y modificada, debe ser rastrillada para hacerla perfectamente plana para la siembra. Atención ciertos cultivos (como las espinacas por ejemplo) requieren un suelo muy compactado; ¡Puedes entonces pasar el rodillo de césped sin complejo pero sólo para estas plantas allí, porque las otras prefieren generalmente un sustrato muy suelto para que la germinación sea óptima!