Muy vendida durante las fiestas, la bonita poinsetia puede ser a veces un poco estrafalaria una vez que la has instalado en tu casa. Para mantenerla hermosa por mucho tiempo, es necesario regarla de manera adecuada.
Un equilibrio controlado
Esta euforbia es una planta tropical perenne que se puede mantener de un año a otro cuando muchas personas piensan lo contrario. Un lugar cálido, brillante y sin corrientes de aire es ideal para la poinsetia. La clave del éxito radica en regar adecuadamente la poinsettia para evitar el amarillamiento y la caída de las hojas que se ven con demasiada frecuencia después de sólo unas pocas semanas en su nuevo entorno.
El secreto es encontrar el equilibrio adecuado. Si no riegas lo suficiente, el follaje comenzará a marchitarse y a apuntar hacia abajo, luego se volverá amarillo y se caerá. Demasiada agua hará que los tallos se ablanden y las hojas se amarilleen y caigan. Dos excesos que llevan al mismo resultado: ¡la planta perecerá!
¿Cómo se riega la poinsetia?
Son posibles varias soluciones, pero siempre hay que regar con agua a temperatura ambiente para evitar los choques térmicos en las raíces de esta planta amante del calor. Espere a que el suelo se seque unos 2 cm en la superficie antes de volver a regar.
1- Regado convencional
Usando una pequeña regadera, vierta gradualmente el agua sobre toda la superficie de la mezcla, permitiendo que el sustrato se humedezca. Es mejor regar a menudo en pequeñas cantidades. El suministro de agua debe corresponder aproximadamente al 10% del volumen del sustrato, es decir, 15 cl de agua para una maceta de 15 cm de diámetro. Deje el agua en la maceta por un máximo de 10 minutos, y si sobra algo, vacíela para evitar que las raíces se empapen de humedad y eventualmente se pudran.
2- Riego por inmersión
Elija un jarrón o una maceta más grande que la de su poinsetia, si lo prefiere puede tomar un cubo o simplemente llenar el fregadero si la maceta es pequeña.
Llene el recipiente con agua a temperatura ambiente. Si está muy clorada, déjela reposar durante una hora antes de sumergir completamente la maceta hasta el cuello de la planta. Las burbujas subirán a la superficie, indicando que el sustrato está absorbiendo agua. Cuando no haya más burbujas, es hora de sacar la planta del recipiente y dejarla escurrir.
Aplique este método una o dos veces por semana dependiendo de la temperatura ambiente y el tamaño de la maceta. ¡Esta técnica también puede salvar a una planta que ha sufrido de falta de riego!
3- Regando desde abajo
Practicado por profesionales en mesas de cultivo, este tipo de riego es progresivo y suave con las raíces. En casa, simplemente coloque la olla en un gran plato lleno de agua y deje que absorba la cantidad de líquido que necesitará. Vacía la taza después de 20 minutos.
Este método de riego se instalará cada dos días si su apartamento está bien calentado y la olla es mediana.
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