En la antigüedad se consideraba una especie ornamental. Hoy en día, está presente con mayor frecuencia en jardines. En términos prácticos, esta no es una especie amante del agua. Sin embargo, como casi todos los tipos de plantas, existe la necesidad de regar cualitativamente.
Es importante señalar que existe un valor aproximado de 35 mil especies diferentes que requieren un tipo de riego diferente.
Cuidado con los excesos
En este sentido, uno de los puntos que hay que tener en cuenta a la hora de regar orquídeas es la poca cantidad de agua que demanda la especie. Las orquídeas son especies que disfrutan permaneciendo en los rincones húmedos de los bosques y no requieren H2O frecuente como si fuera una planta de caatinga, por ejemplo.
Hay tres aspectos que interfieren directamente con la evaporación del agua con respecto a las orquídeas:
(A) Condiciones climáticas, es decir, tener en cuenta que hay exceso de viento, aumento de calor, entre otros aspectos que se relacionan con el clima de la residencia;
(B) Las características de la embarcación en la que se establece la especie. Por ejemplo, cuando la orquídea está en un jarrón de plástico, entonces la humedad se mantendrá más tiempo que si estuviera dentro de las composiciones de arcilla, que si bien es genial para este tipo de flor, también puede secarse rápidamente, lo cual también varía. con las condiciones climáticas;
(C) Las orquídeas tienen una capacidad extraordinaria para retener agua.
Vigilando la estructura
Una diferencia fundamental en el riego de la orquídea es considerar cómo existe la estructura en su parte externa, principalmente en lo que se refiere a la presencia de follaje. Por ejemplo, las especies que no tienen exceso de hojas en la parte superior no necesitan mucha agua.
Por otro lado, con exceso de follaje existe una mayor demanda de riego como consecuencia del conjunto de hojas que necesitan del H2O para mantenerse en pleno estado. También vigila las partes con mayor grasa que puedan existir en la orquídea que en la práctica representan elementos que sirven para retener nutrientes.
En este sentido, las especies que no tienen este tipo de estructura de tallo necesitan una mayor demanda de agua que las orquídeas que no tienen este tipo de estructura.
Regar las orquídeas Una forma
sencilla y eficaz de regar las orquídeas es colocar las especies debajo del agua corriente que corre por los grifos. Por lo tanto, comience con el nivel del suelo y la estructura en términos de follaje.
Intente mojar todo el sustrato. No olvide que los jarrones necesitan pequeños orificios para ayudar a mejorar la flor desde la perspectiva de la respiración. Sin embargo, las personas que tienen jardines llenos de orquídeas no necesitan sacar cada jarrón de la estructura, colocarlo bajo el agua corriente de los grifos y, en consecuencia, realizar el proceso.
Para simplificar el sistema, los expertos indican que es necesario utilizar la manguera y realizar el proceso sin tener que retirar las unidades del sitio. No se puede ignorar el hecho de que a veces la orquídea se encuentra dentro del racimo, lo que significa tener una protección adicional para proteger no solo el jarrón sino también la orquídea misma.
En este sentido, no hay forma, la práctica es sacar la olla de la protección y colocarla debajo del agua que corre por los grifos. Tenga en cuenta que cuando riegue la especie, ponga agua a ambos lados de las hojas y tampoco olvide colocar el contenido dentro del sustrato.
Una vez que la planta ha drenado el H2O en los espacios de los baches, el proceso puede completarse y la flor puede volver a la maceta. No se puede ignorar el punto en el que hay que tener paciencia para esperar a que se produzca la filtración completa antes de regresar con la especie al lugar donde descansa o sirve como punto decorativo en el jardín.
¿Cuándo regar las orquídeas?
Teniendo en cuenta el clima tropical que existe en las tierras nacionales, el riego de las orquídeas debe realizarse al menos una vez al día. De manera práctica, las variaciones están relacionadas con las condiciones climáticas.
En la parte sur y sureste de Brasil, durante las épocas frías del año, el riego puede realizarse una vez a la semana. Procura no mojar el sustrato, ten en cuenta que la medida no debe superar los dos centímetros, como indican la mayoría de especialistas en el cultivo de este tipo de especies.
Coloca el dedo en la tierra y siente el límite en el que hay humedad, ya que si hay demasiada humedad no es necesario regarla, ya que el exceso de agua puede pudrir la estructura.
También existe la posibilidad de insertar un palillo si no quieres o puedes ensuciarte el dedo. Si el trozo de madera sale con humedad, no riegue hasta el punto de que si está seco sea necesario agregar agua. No se puede ignorar que en caso de duda es mejor no aplicar riego, ya que las especies del género prefieren la falta al exceso.
¿Cuánta agua?
Prácticamente, aunque es una especie que aprecia la humedad, ten en cuenta que cuando comiences el proceso de riego, agrega mucha agua. Las orquídeas aprecian el agua, siempre y cuando no estén mojadas.
En este sentido, cuando notes la presencia de sequía, empieza a verter agua de forma abundante y lenta, tardando bastante, para que el contenido llegue tranquilamente a las raíces tras superar el sustrato.
Intente iniciar el movimiento hasta que el H2O comience a filtrarse en los orificios compuestos para el drenaje.
Según los especialistas, el mejor momento para realizar el proceso de riego es durante la mañana para que la planta pueda absorber el contenido con tranquilidad y a favor del clima.
Tenga en cuenta que los períodos nocturnos son terribles para ayudar a secar el follaje.
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