Con más de 1400 especies, la familia de las begonias se encuentra entre el grupo más grande de plantas con flores, lo que ya es una gran invitación para quienes les gusta coleccionar cosas hermosas.
La diversidad de colores y estampados es gigantesca e incluye muchos tonos inusuales en el reino vegetal, como Begonia beleaf, que tiene hojas asimétricas, bordes rasgados y tallos regordetes y peludos.
Su diferencial está en la tonalidad rosada, además del aspecto manchado, que ha tenido éxito entre los padres de las plantas.
Como es una especie tropical, esta planta es ideal para el clima brasileño. Guárdelo siempre en un lugar cálido, resguardado del viento y con al menos algo de luz natural, evitando habitaciones con aire acondicionado y pasillos oscuros.
El suelo debe estar húmedo pero nunca empapado. Para ello, riegue la especie una vez al día en climas cálidos y evite regar las flores y hojas.
Dar preferencia al agua a temperatura ambiente, no demasiado fría, y evitar que el líquido se acumule en el plato, que puede hacer que las raíces se pudran.
También vale la pena aplicar un fertilizante de mantenimiento cada 15 días. Lo ideal es NPK 10-10-10, que debe aplicarse en época de sequía.
Al retirar las hojas secas y marchitas, corte la hoja dejando que el tallo se seque de forma natural. De esta forma, evita una herida que pueda traer enfermedades a la planta. Las babosas, los caracoles y los escarabajos a menudo atacan a las begonias, por lo que estaba atento a las marcas de mordeduras en las hojas.
La recolección manual de estos animales es suficiente para mantener su planta hermosa y saludable.
Su multiplicación solo es posible mediante la división de la planta. El momento ideal para conseguir buenas plántulas es al final del invierno, cuando las temperaturas oscilan entre los 16 y los 18ºC, pero sin peligro de heladas.
Retire las plántulas cuando aún sean muy jóvenes, en cuanto tengan tres hojas y vuelva a plantarlas en una maceta o jardín a una distancia de 15 a 20 cm entre sí.