Carmona es una especie de planta originaria del sudeste asiático, en la que podemos practicar el arte del bonsái y es muy popular en Brasil. Cualquiera que le guste cuidar el bonsái sabe que existe un cuidado específico para cada tipo de árbol.
Es un arbusto de hoja perenne que tiene hojas pequeñas, redondas y brillantes, a principios de primavera florece pequeñas flores blancas en forma de estrella.
Se puede cultivar a pleno sol (evitando el sol del mediodía) durante al menos 3 horas al día, se adapta a ambientes interiores siempre que esté bien iluminado y con incidencia de luz solar sobre el bonsái.
El suelo debe mantenerse siempre húmedo, pero no empapado, durante el verano, se debe redoblar el cuidado del agua. En días calurosos es aconsejable rociar las hojas.
Después de cultivar unas seis hojas, los nuevos brotes se pueden cortar justo después de la segunda hoja. Las ramas, por otro lado, se pueden cablear a partir del segundo año de crecimiento, y si sigues el procedimiento que acabo de mencionar (cortar los brotes), puedes darle forma a la planta y darle la forma que desees.
Para multiplicarlo, los esquejes de puntero pueden cumplir su propósito de propagar la especie, especialmente en el período de primavera y verano. Y no olvide fertilizar al menos dos veces al mes.
Se puede hacer durante todo el año, se pueden las ramas que salen del dosel para mantener su forma original.
La carmona debe abonarse desde el inicio de la brotación en primavera hasta principios de otoño, utilizando abono rico en fósforo.
El trasplante debe realizarse cada 2 años, a principios de primavera. El corte de raíz debe ser de al menos 1/3. No fertilice durante las próximas 4 semanas (solo con enraizamiento).