El injerto de estilo inglés es una técnica muy popular para multiplicar y mejorar las características de las plantas porque, a diferencia de otros tipos de injerto, es adecuado para la mayoría de las especies.
¿Por qué injertar una planta?
El injerto es un proceso técnico artificial, que permite la soldadura entre dos plantas de la misma familia botánica. Su finalidad es multiplicar una variedad que no se presta a otros tipos de reproducción, pero también mejorar el vigor o la belleza de la planta, que tendrá así las características del portainjerto y del injerto. De este modo, se adaptará mejor a un determinado tipo de suelo, más fructífero o más resistente a las enfermedades.
Interés del injerto inglés
El injerto de estilo inglés es una de las técnicas preferidas por los aficionados porque es adecuado para casi todas las especies de plantas. Se basa en el principio de ensamblar un portainjertos con un injerto del mismo diámetro podado en un ángulo en direcciones opuestas. Existen muchas variantes de injertos ingleses, sólo trataremos aquí las tres principales: injertos ingleses simples, injertos ingleses complicados e injertos ingleses a caballo.
¿Cómo injertar a la manera inglesa?
La mejor época para injertar al estilo inglés es cuando la savia sube en marzo/abril o cuando se ralentiza en septiembre.
Asegúrate de tener una bandeja de injerto bien afilada que haya sido desinfectada con alcoholes metilados de antemano. Para llevar a cabo este tipo de injerto, el diámetro del portainjerto debe ser igual al del injerto. Ambas plantas deben estar en perfectas condiciones sanitarias.
Un simple transplante:
Pode el sujeto y el injerto en un ángulo de 30°, biselando el sujeto y el injerto unos 3 cm. El injerto y el portainjerto deben ser podados en direcciones opuestas para que encajen perfectamente.
Una vez que las dos partes se han colocado una contra la otra, se unen con rafia.
Un transplante complicado:
En este tipo de injerto, el patrón se corta en una flauta de pico con una gran muesca en la parte central y otra más pequeña en el lateral. Todo el arte del injerto será entonces podar el injerto para que encaje perfectamente en esta forma particular que asegura un muy buen soporte del conjunto. Ligar entonces y masticar si es necesario.
Injerto de caballo:
Afila el portainjertos en punta de lápiz, es decir, doblemente biselado por ambos lados para una longitud igual. Luego se divide el injerto para formar una «V» invertida que encajará perfectamente en el patrón. Ligar y masticar.
Después del injerto
Regar la raíz del portainjertos y colocar el sujeto a la sombra, al abrigo de la lluvia y el viento.
Cuando vea signos de recuperación, corte la ligadura por la mitad para permitir el libre paso de la savia. La naturaleza hará el resto y la ligadura se caerá por sí misma una vez que la planta haya crecido completamente.
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