Las orquídeas son plantas que tienen una peculiaridad extrema por su belleza y un punto positivo para cultivarlas es el hecho de que son muy fáciles de plantar y de hacer su mantenimiento mensual.
Estas plantas pertenecen a la familia Orchidaceae, la cual es considerada una de las familias de plantas más grandes del mundo y que, a su vez, pertenecen a la Orden de los Asparagales.
En realidad, las orquídeas tienen una gran cantidad de tipos, con formas y principalmente colores y combinaciones de colores bastante variadas.
En general, las orquídeas son flores fundamentalmente ornamentales, aunque todavía existe un género a través del cual se puede producir la vainilla a partir de ella, que es el género Vanilla, aunque esto se hace a muy pequeña escala en comparación con la actividad económica destinada a la ornamentación que este planta proporciona a sus cultivadores.
De hecho, lo que más acaban cultivando los orquídeas son plantas híbridas producidas a través del cruce artificial de ciertos tipos de orquídeas.
Esto se debe a que, a partir de una reproducción completamente natural, hay poca cantidad de flores y hojas atractivas, ideales para la comercialización.
Las orquídeas están presentes, con sus diversas especies existentes, en casi todos los continentes, excepto en la Antártida, por razones obvias.
Sin embargo, suelen ser flores más tropicales, con una población más grande en la región entre los trópicos de Capricornio y Cáncer en todo el mundo.
Esto se debe a que son típicas plantas ligeras, incluso crecen hacia arriba en busca de luz solar, incluso utilizando otras plantas como soporte para lograr esta hazaña.
Orquídeas a
pleno sol
Este tipo de orquídeas es más terrestre que otros tipos y se denominan así precisamente porque tienen una mayor necesidad de luz solar y, sobre todo, tienen una mayor tolerancia y resistencia al sol que otras orquídeas.
Por tanto, para crear este tipo de orquídea con su desarrollo y crecimiento satisfactorios, es necesario que el medio ambiente contribuya a ello, es decir, que se siembre en una región que reciba una gran cantidad de sol y por el mayor tiempo posible, como ocurre en regiones cercanas al ecuador, por ejemplo, a diferencia de otras orquídeas que se satisfacen al recibir luz solar indirectamente.
Los tipos de orquídeas que necesitan más luz solar son la orquídea bambú, la orquídea vanda, la orquídea renanthera y la orquídea brassavola.
Entre estas, la especie que presenta menor dificultad para la siembra y el cultivo es la orquídea bambú, ya que tiene una gran adaptabilidad en prácticamente cualquier jardín, siempre que presente mucha luz solar.
Debido a que permanece más tiempo al sol, solo se debe tener cuidado de regarlo de forma más sistemática, para evitar que corra el riesgo de secarse y morir.
Si se compara con otro tipo de orquídeas, podemos decir con certeza que las orquídeas de sol tienen menos trabajo, a pesar de que el trabajo mínimo que requieren es fundamental para que se desarrollen bien y crezcan y florezcan siempre con buena salud.