Conocidas por su contenido en hierro, las espinacas son nuestras aliadas en la salud más de lo que podríamos imaginar. Vitaminas, minerales y oligoelementos: esta planta es un tesoro para la salud. Aquí hay un breve resumen de las propiedades de este vegetal de invierno con cualidades insospechadas.
El hierro y muchos otros elementos
Las espinacas son apreciadas por su contenido en hierro, lo que es importante para las personas anémicas y cansadas, los vegetarianos o cualquiera que coma muy poca carne. El cuerpo lo asimilará mejor si se consume como complemento de frutas o verduras llenas de vitamina C, como los cítricos, por ejemplo.
No sabemos mucho sobre las vitaminas, pero las espinacas contienen la vitamina A, antioxidante que protege los ojos y la piel, la vitamina B9, esencial en la formación de las células y preciosa en los primeros meses de embarazo y por lo tanto recomendada para las mujeres embarazadas, y también la más rara vitamina K, que interviene en la coagulación de la sangre, la fijación del calcio en los huesos y el buen funcionamiento de la red cardiovascular. La vitamina B2 presente en las espinacas contribuye a la formación de glóbulos rojos y a la producción de hormonas.
En cuanto a los minerales y oligoelementos, las espinacas están llenas de hierro, como hemos visto, pero también de magnesio, que participa en el desarrollo de los huesos, el mecanismo de relajación muscular y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
El manganeso contenido en las espinacas, por su parte, ayuda a luchar contra los radicales libres responsables del envejecimiento y ayuda al funcionamiento general del cuerpo además de las enzimas.
Los beneficios tangibles de la espinaca
El consumo de espinacas tendría un efecto beneficioso para la salud de los ojos. Reduciría el riesgo de degeneración macular, pero también de retinitis o cataratas y mejoraría la visión nocturna gracias a los carotenoides contenidos en la planta.
La espinaca también es un aliado de la juventud porque contiene varios antioxidantes, entre ellos la zeaxantina, el ácido ferúlico y la luteína. Ayudan a frenar los radicales libres y por lo tanto la degeneración del cuerpo humano. Estos antioxidantes también tienen un efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, en particular los de mama, esófago o pulmón.
Por último, el consumo de espinacas ayuda a regular el tránsito intestinal gracias a las fibras que contiene.
Con Vie Healthy