Las orquídeas no son más que flores que tienen un mayor número de especies en la naturaleza, siendo una de las únicas que ciertamente aparecen en todos los continentes del planeta, excepto en la gélida Antártida.
Es muy conocido por sus formas, así como por los colores que presenta, que pueden variar desde un blanco muy suave hasta un violeta muy llamativo, pero, al mismo tiempo, sublime.
Con las combinaciones adecuadas, una orquídea puede ser una muy buena parte de la decoración de tu salón, por ejemplo.
Aunque se pueden encontrar en prácticamente cualquier parte del mundo, las orquídeas se encuentran principalmente en países tropicales, como nuestro propio Brasil.
La mayoría de las orquídeas crecen encima del árbol, pero eso no significa básicamente que sea una planta parásita, ni mucho menos: es solo una parte de las plantas que buscan un poco más de estabilidad, luz solar y también agua de la lluvia.
En este sentido, se alimentan de materiales orgánicos que caen y se depositan entre sus raíces, que acaban capturando este material en su maraña de raíces, para que su alimentación no se vea, por tanto, perjudicada.
Es cierto que la mayoría de las orquídeas no son vistosas, pero lo que llama la atención de estas plantas son precisamente sus colores que, como todo el mundo debería saber, es lo que realmente atrae la mirada curiosa de las personas. Y una de estas especies de orquídeas es la orquídea de bambú.
La orquídea de bambú La
orquídea de bambú es una de las especies de orquídeas más conocidas en Brasil. El bambú forma parte de su nombre por su cola, que recuerda mucho a la caña de azúcar.
A pesar de ser aparentemente resistente, la orquídea de bambú necesita cuidados como cualquier otra planta. En este caso, como cualquier otro vegetal, necesita tener acceso a la luz solar para poder mantenerse bien.
Sin embargo, una precaución que se debe tomar es notar si, en este caso, la orquídea está recibiendo una carga solar mayor de la que realmente debería recibir.
En este sentido, sobrevivirá mejor si se planta junto a otro árbol, que se encargará de protegerlo de los fulminantes rayos solares que podrían causar mucho daño a esta planta.
Si es en verano, la orquídea de bambú debe regarse con frecuencia, aproximadamente una vez cada dos días, porque, debido a las altas temperaturas, la probabilidad de que se deshidrate es muy alta.
Cuando se trata del invierno, una de las principales prioridades es salvar a las orquídeas de las heladas, que podrían acabar matando a la planta. Otro evento natural que debe evitar la orquídea bambú es, sin duda, el viento, que es, con mucho, el mayor daño para esta especie.
Recuerda siempre que la orquídea bambú, cuando no se expone a la luz solar, tiende a crecer torcida hacia abajo, impidiendo un crecimiento más saludable y, además, también afecta el desarrollo de las flores.
En este caso, es importante destacar que la luz solar es muy importante, siempre y cuando se respete el límite de no exponer directamente la planta para este fin.
En el caso de la plantación, la orquídea acepta muy bien la maceta, ya que no necesita mucho para mantenerla, además reacciona bien si se coloca en un lecho con otras plantas.
De nuevo: este macizo de flores o este jarrón siempre debe tener luz solar, ya que necesita el sol para poder desarrollarse. ¿Ves lo complejo que es plantar una flor sencilla?
En los casos en los que la orquídea de bambú no florece, es bastante probable que esto se deba a no respetar las puntas anteriores, dañando la planta.