Generalidad
Frutas
Los frutos son manzanas redondeadas, también llamadas nocule, con una parte terminal muy aplanada, rodeadas por los restos del cáliz y el receptáculo del que se desarrollaron (frutos falsos); internamente el níspero se divide en cinco albergues, en los que se encuentran las semillas, leñosas e irregulares. La cáscara es de color marrón rojizo, que se oscurece después de la fase de post-maduración o reducción a la mitad; la pulpa es blanca, compacta, muy rica en taninos, por lo tanto tiene un sabor astringente. Una vez recolectadas (octubre-principios de noviembre), los nísperos se dejan remojar en paja u otro medio hasta que la pulpa se oscurezca y tenga un sabor agradable.
Clima y terreno
El níspero común prefiere los climas fríos templados, es muy resistente a los duros inviernos, soportando temperaturas de hasta 20-25 grados bajo cero, de hecho se puede cultivar hasta una altitud de 1000 m. La temperatura ideal para el desarrollo del níspero común ronda los 18-20 ° C, gracias a la floración tardía no teme las heladas primaverales; la planta puede producir frutos de mejor calidad en ambientes semi-soleados. En cuanto al suelo, el níspero común es una planta adaptable, tolera moderadamente la piedra caliza, pero se deben evitar los suelos demasiado húmedos, compactos y áridos. El árbol es originario del Cáucaso, actualmente se encuentra más o menos extendido en toda Europa, en nuestro país predomina en las regiones del norte.
Variedades y portainjertos
Los cultivares de níspero común se distinguen entre sí especialmente por el tamaño de las avellanas, entre los de fruto grande recordamos el Big Nespolo, caracterizado por un sabor más bajo que las variedades con avellanas medianas-pequeñas. Entre estos últimos en Italia, los más importantes son Gigante di Castel Rainero, Nespolo d’Olanda y Grosso di Germania. El níspero común se multiplica por semilla y por injerto; las plantas obtenidas de la semilla crecen muy lentamente y dan fruto en el sexto o séptimo año de vida y se deforman. El injerto anticipa la entrada en producción de las plantas; los portainjertos que se pueden utilizar son espino, membrillo, pera, serbal y azeruolo. El primero se adapta a diferentes tipos de suelo, el membrillo es sensible a la caliza y a la sequía debido a las raíces superficiales y poco desarrolladas,
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