Generalidad
Clima y terreno
En su entorno natural, la Pinus lambertiana vive a altitudes variables según la latitud, entre 300 y 3200 metros sobre el nivel del mar, generalmente en bosques mixtos de coníferas en un entorno de montaña. Requiere un suelo de textura media-fina, no pesada, bien drenada, incluso pobre desde el punto de vista nutricional pero con un pH neutro o ácido. No puede crecer a la sombra o en exposiciones marítimas, tolera la sequedad cuando está bien establecida y desarrollada.
Pinus lambertiana: técnicas de plantación y cultivo
Pinus lambertiana se propaga por semilla ya sea directamente en otoño cuando se cosechan las semillas, o al final del invierno, en contenedores individuales para evitar el estrés de trasplantar las plántulas. Si es necesario, se puede realizar una estratificación en frío a 4 ° C durante 6 semanas para aumentar el porcentaje de germinación de las semillas. La planta debe plantarse lo antes posible, cuidando únicamente de proteger la planta durante sus dos primeros inviernos al aire libre y de mantener un mantillo que inhiba la proliferación de malas hierbas en las inmediaciones. Soporta muy mal los trasplantes, que perturban el sistema radicular y comprometen la estabilidad del árbol frente a fuertes vientos. Eventualmente, puede intentar propagar la planta mediante esquejes utilizando un solo juego de agujas tomadas de plantas de menos de diez años, pero el crecimiento es muy lento. Como en otros pinos, la secreción que inhibe la germinación de las semillas, que al ser arrastradas por sus agujas cae al suelo, dificulta la proliferación del césped bajo su follaje.