Planta de calabacín
Planta de calabacín
Hay varios tipos de plantas de calabacín que pueden variar según la forma y el área de cultivo. Los calabacines largos, entre los que se encuentran el siciliano, el genovés, el verde de Milán, el florentino, generalmente tienen un fruto cilíndrico de color verde o blanco o amarillo. Los calabacines redondos, incluidos los de Niza y Florencia, tienen una forma redondeada y se utilizan mucho para rellenar gracias a su forma particular. Los calabacines patisson tienen una forma lobulada con un sabor mucho más fuerte y bastante similar al de la alcachofa. El calabacín es una fruta que está compuesta en un 95% de agua, pero que contiene un buen porcentaje de vitaminas A y C y carotenoides, sustancias muy importantes para el organismo.
Cultivo de calabacín
La planta del calabacín es una hortaliza que tiene características mediterráneas y por ello prefiere un clima templado y benigno. De hecho, ante la presencia de temperaturas por debajo de los 12 grados, se bloquea el desarrollo de la planta, que podría incluso sufrir daños considerables e irreparables. El calabacín es una planta que requiere mucha agua para su cultivo. El suelo ideal debe ser de textura media, suficientemente profunda, rica en sustancias orgánicas y que no permita el estancamiento del agua, lo cual es muy peligroso para las raíces de las plantas. El calabacín es una planta que requiere muchos nutrientes para su desarrollo, de hecho muchas veces se debe fertilizar con compost o estiércol maduro que se debe enterrar profundamente para permitir que las raíces alcancen la nutrición.
Planta de calabacín: cuidado del calabacín
Para obtener un correcto cultivo del calabacín, las ramas laterales deben podarse en el período comprendido entre mayo y junio, con el fin de garantizar un adecuado desarrollo de las ramas en flor. El suelo alrededor de las plántulas debe limpiarse de cualquier plaga, proporcionando también un mantillo. En el caso de cultivar variedades trepadoras, debería ser necesario disponer la instalación de soportes especiales para permitir que las plantas se anclen allí. El calabacín podría verse afectado por parásitos como pulgones o moscas blancas, en este caso podrían utilizarse piretóridos. En caso de antracnosis se deben utilizar productos específicos. Es útil recordar que el azufre no debe usarse para combatir el mildiú polvoroso,
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